Nueva capitalidad temporal

La ONU designa a BCN como sede de su organismo sobre el agua

Sònia Recasens, Joaquim Forn y Xavier Trias, ayer en el pleno municipal de Barcelona.

Sònia Recasens, Joaquim Forn y Xavier Trias, ayer en el pleno municipal de Barcelona.

XABIER BARRENA
BARCELONA

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Una buena noticia. Una rara avis en estos tiempos. Poco más o menos dio así a conocer el presidente del pleno municipal, Joan Puigdollers, que Barcelona había sido elegida por la ONU como sede, los próximos cinco años, del organismo encargado de la gestión del agua. La GWOPA (la Alianza Global de Operadoras del Agua, en sus siglas en inglés) depende de la agencia Habitat de las Naciones Unidas, que dirige el exalcalde de la capital catalana Joan Clos. Hasta ahora, la GWOPA tenía su sede en Nairobi (Kenia).

La candidatura barcelonesa superó a Estambul y a la ciudad holandesa de Delft en la lucha por hacerse con la sede de la GWOPA. Según una nota emitida por este organismo, la ciudad elegida aportará un mínimo de 800.000 euros anuales a sus arcas, lo que suman unos cuatro millones de euros en los cinco años de vigencia del contrato.

La GWOPA se instalará en uno de los pabellones modernistas del recinto histórico del Hospital de Sant Pau. Será, de hecho, una de las piedras angulares de la transformación de este conjunto arquitectónico, elegido como patrimonio de la humanidad por la Unesco. Las previsiones, además, fijan que la GWOPA no es el único organismo de la ONU que recalará en el exconjunto hospitalario. Así, el Instituto de la Universidad de la ONU debe también instalarse en el recinto.

Todos los grupos del pleno municipal aplaudieron la noticia y destacaron el papel que el director general de UN-Habitat, Joan Clos, ha desempeñado, «desde la equidad e independencia», se apresuró a señalar Trias, para conseguir esta segunda capitalidad temporal, junto con la del móvil, para Barcelona.

Por lo demás, el pleno transcurrió sin grandes sobresaltos, entre el sopor propio de una mañana de verano en la que solo faltó el chirrido de los grillos. Las medidas del gobierno fueron de trámite, y las preguntas de la oposición, desordenadas y sin entrar a fondo.

Quizá lo único destacable fue la discusión sobre los planes del gobierno municipal para reformular Barcelona Activa. Con sus trabajadores en la plaza de Sant Jaume protestando -algunas fuentes acusaron al ejecutivo de Trias de impedirles la entrada a la sala del pleno- , este organismo de promoción económica dio pie a uno de los pocos momentos de debate entre CiU y el PSC.

PRESUNTA OPOSITORA / Aunque quizá haya truco en ello. Tomando en cuenta que el área depende de la teniente de alcalde Sònia Recasens, la que los socialistas ven como principal opositora, dentro del gobierno nacionalista, a llegar a una ententesociovergente en cuanto al Plan de Acción Municipal (PAM) no es descartable que hubiera un especial empeño en la cuestión.

PSC, ICV-EUiA y UpB coincidieron en acusar al gobierno municipal de sustituir las políticas de ocupación por políticas asistenciales y en reclamar que Barcelona Activa mantenga los programas de formación ocupacional, los planes de empleo y se busquen recursos para ampliarlos.

Recasens afirmó que Barcelona Activa «estaba tocada de muerte» desde que se acabaron los fondos que le llegaban de la Generalitat y del Estado para los programas de ocupación, y que la situación de la mitad de la plantilla era precaria porque sus contratos estaban ligados a la llegada de estos fondos. La nacionalista aseguró que buscarán más fondos, pero puntualizó que el ayuntamiento no hará con recursos propios políticas de ocupación.