Muestra de tesoros arqueológicos en el Barcelonès Nord

La ruleta del amor

El arte romano venéreo visitable en Catalunya incluye piezas de perfecta factura y, a la par, objetos más bastos pero irrepetibles

La bella y la bestia 8 La hermosa y menuda 'Venus de Badalona' y el 'Príapo de Hostafrancs'.

La bella y la bestia 8 La hermosa y menuda 'Venus de Badalona' y el 'Príapo de Hostafrancs'.

C. C.
BARCELONA

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El catálogo de las piezas que reunirá una exposición sobre el arte erótico antiguo de los museos de Catalunya está aún por decidir, pero con la inestimable ayuda de Xavier Llovera, director del Museu d'Arqueologia de Catalunya, es fácil de predecir.

Badalona, como centro anfitrión, tiene en sus vitrinas una de las piezas más hermosas, una Venus de poco más de un palmo de altura descubierta durante la segunda república en el antiguo alcantarillado romano de la ciudad. LaVenus de Empúries es algo más menuda, pero tal vez más voluptuosa. La posibilidad de verlas una al lado de la otra justificará ya, si llega el caso, el precio de la entrada.

Las dos Venus catalanas, en cualquier caso, son más representaciones de la belleza que de la sexualidad desenfrenada. A ese segundo grupo, el de los más carnal, pertenece evidentemente mucho mejor elPríapo de Hostafrancs. Tiene lo que se supone que debe tener toda representación de Príapo, un pene descomunal, que en este caso exhibe levantándose con delicadeza la túnica. Lo interesante de esta pieza es que es genuinamente barcelonesa. Fue tallada con piedra de la cantera de Montjuïc. No tiene la factura de las esculturas realizadas en la capital de imperio, pero a los escolares que visitan el Museu d'Arqueologia de Catalunya no les importa. Nada les gusta más que fotografiarse a su lado.

Si lo que se desea es una exquisita calidad artística, entonces hay que dirigirse a la vitrina en la que se exhibe elFalo de Sasamón.«Mírelo, no me diga que no es una joya extraordinaria», exclama Llovera, convencido de que si se reprodujera adecuadamente sería el objeto estrella de toda tienda de museo. Colgada de finas cuerdas casi imperceptibles, esta pieza representa a una mujer que cabalga un gran pene al que, como si fuera un emperador del sexo, intenta colocar una corona de laurel a la altura del glande. El falo fue hallado en su día en Sasamón (Burgos), desde donde los romanos organizaron la campaña militar contra los cántabros.

La pieza comparte vitrina con elVaso de Bilbilis, lo único que resta de lo que se supone que un día fue una vajilla completa decorada con escenas eróticas. En concreto, reproduce tres posturas.

Empúries tiene también su colección secreta, como copas rituales en forma de miembro sexual masculino, pero por intrigante tal vez sea mejor hacer referencia a la curiosa talla de hueso que pertenece al Museu Arqueològic de Tarragona. Una punta del hueso está tallada en forma de pene y la otra en forma de vulva. En el centro hay un orificio que, se supone, servía para colocar un palo que hacía de eje, de modo que podía jugarse a una ruleta de la que lamentablemente se desconocen las reglas.