Primavera y explosión hormonal en la Ciutadella

El secreto de los gorilas

La experiencia acumulada ha convertido Barcelona en el faro que ilumina la cría de gorilas en cautividad en Europa En el zoo es posible disfrutar, con suerte, del 'long call' orangután

El gorila 3 Un macho imponente de la sección de grandes simios.

El gorila 3 Un macho imponente de la sección de grandes simios.

CARLES COLS
BARCELONA

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Con un extraño cóctel de cariño y sentido del humor, Carol Lombard reconocía que su marido, el galán Clark Gable, no era desnudo el amante que sus admiradoras soñaban. La actriz aseguraba que un centímetro menos de pene y Clark podría optar a las estatuillas a mejor actriz. Merece la pena rescatar esa vieja historia tras un paseo por el Zoo de Barcelona con Maria Teresa Abelló, responsable no solo del área de primates del parque, sino además coordinadora de la vida sexual de los 450 gorilas que viven en Europa, pues el mayor de los grandes simios es, curiosamente, el peor dotado de todos ellos. Sostiene que el tamaño es proporcional a la promiscuidad. Es la opinión de una experta corresponsable de algunas de las medallas que puede colgarse el Zoo de Barcelona en el área de los grandes simios. Suyo es en parte el mérito de descubrir que las gorilas ovulan con los mismos plazos que las mujeres, de modo que a la hora de establecer programas de contracepción o reproducción todo ha sido miel sobre hojuelas.

En 1996 -recuerda Abelló-, en los despachos desde donde se dirige la vida de los gorilas del parque era todo preocupación. Desde hacía 20 años no había habido un parto. Los gorilas, sencillamente, habíandesaprendidocomportamientos esenciales, como por ejemplo la cría. Aquella etapa negra quedó afortunadamente atrás, con la ayuda inestimable de expertos en reproducción asistida humana de la Clínica Dexeus. Desde entonces el Zoo de Barcelona se ha convertido en un experto en grandes simios. Salvo los obscenos bonobos, todos están ahí, y de ellos siempre se aprende algo nuevo, a veces sorprendente, a veces cruel. Es así como Abelló introduce lo último sobre la vida de los orangutanes.

Hasta hace poco se sostenía que los orangutanes eran seres solitarios que se mecían por las selvas de Borneo. Tras aparearse cuando le apetecía, el macho se iba a por tabaco (esa era la teoría) y ya no volvía. En realidad no es así. Lo cierto es que hay un macho que domina un amplio territorio en el que viven distantes varias hembras. Cuando le apeteceguerra, ese macho lanza un inimitable alarido, el llamadolong call(se recomienda aquí una audición en Youtube) y ellas saben así a lo que se exponen. Carl, el orangután del Zoo de Barcelona, aunque con cuentagotas, de vez en cuando hace oír su voz.«Le oigo perfectamente desde el despacho», explica Abelló con una imitación allí mismo, a pie de parque y entre visitantes que, en honor a la verdad, no está nada mal.

Lo aterrador de los orangutanes, no obstante, no es ese grito, sino el papel que juegan el resto de machos que no tienen su propio harén.«Se mueven por la periferia del área de influencia del gran macho como auténticos violadores. El sexo a la fuerza no es extraño entre los grandes simios. Así es la selva».

La contracepción, pues, resulta especialmente aconsejable si de grandes simios se trata. Salvo La Vieja, una anciana chimpancé que lo toma por vía oral, la práctica totalidad de las hembras tienen su dosis subcutánea. Y para los machos, una inyección. Esta es la selva urbana.