Violencia urbana en la capital catalana

Ya no son solo 'los de siempre'

Vidrios rotos en una tienda de Movistar de la Ronda de Sant Pere.

Vidrios rotos en una tienda de Movistar de la Ronda de Sant Pere.

ANTONIO BAQUERO
BARCELONA

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La expresión «los de siempre» perdió sentido el jueves. Los disturbios durante los que se arrasó el centro de la ciudad y que se saldaron con 50 detenidos han cambiado el paradigma, que establecía que un núcleo duro de antisistema -«los de siempre»- creaba este tipo de incidentes. «Ya no son solo los de siempre. Han atraído a muchos otros. Los que arrasaron el centro eran muchos más y mucho más violentos», subrayó ayer elconseller de Interior, Felip Puig.

Elconsellercifró en 2.000 los activistas violentos que ahora operan en Barcelona. «Antes hablábamos de entre 300 y 400», dijo Puig, que habló de «guerrilla urbana» y destacó que la ciudad vivió «los episodios de violencia más graves de los últimos años». Tanto, que por primera vez los Mossos echaron mano a los gases lacrimógenos y los botes de humo. Elconseller, que anunció que la violencia urbana pasa a ser «prioridad policial», anunció que se va a dotar a la Brigada Mòbil, los antidisturbios, de nuevos materiales. Los disturbios han vuelto a poner sobre la mesa el uso de camiones de agua.

El aumento exponencial de vándalos es lo que más inquieta. Fuentes policiales señalaron que se ha sumado «gran cantidad de universitarios que se han radicalizado». «Se detectó a personas de entornos neonazis y también a un elevado número de delincuentes comunes, puro lumpen, a ver qué pillaban», señalan esos responsables policiales.

El otro elemento que más llamó la atención es el elevado grado de organización. «Actuaban de forma coordinada, simultáneamente golpeaban en varios lugares de la ciudad», señalan esas fuentes. «No se comunicaban por móvil sino conwalkie talkies. Hemos incautado al menos una decena de esos transmisores».

Llamó la atención la capacidad de los miembros de esas células violentos, los conocidos comoblack blocks

(bloques negros), para evitar ser identificados. No solo iban con el rostro cubierto si no que además se cambiaban de ropa constantemente. Algunos iban con varias capas de ropa y se la iban quitando. Otros llevaban sudaderas de distinto color en las mochilas. En algunos casos se vio como cerca suyo había pequeños grupos de apoyo. «Vimos un chico de negro. Cuando acabó de destrozar un escaparate fue hacia ese grupo y se metió en una pequeña melé. Cuando se separaron el de negro había desaparecido. Es decir, allí dentro se había cambiado de ropa», señalan esas fuentes.

Los violentos arrojaron piedras, bolas de acero con tirachinas, adoquines, palos y botellas con gasolina. Su herramienta preferida fueron botellas con alcohol de quemar y pastillas y espráis de encendido como las que se usan para las barbacoas. «Con eso prendían fuego a los contenedores». Ese material no siempre lo llevaban encima. Los días anteriores habían dejado escondidas en lugares estratégicos mochilas y bolsas con toda esa munición.

TRES HERIDOS GRAVES / A diferencia de otras ocasiones, apenas hay detenidos de otros países. De los 70 arrestados, solo ocho son extranjeros. Otro elemento que ha llamado la atención es la presencia entre los vándalos de numerosos jóvenes procedentes de otras ciudades catalanas.

Los disturbios dejaron tres heridos graves. Dos de ellos, con el bazo roto, han sido operados en el Hospital del Mar. Un tercero ha sido intervenido en el Hospital de Sant Pau con un impacto en el globo ocular. A ellos se refirió con dureza elconseller: «Visto lo que pasó, ahora no vale decir que 'yo solo pasaba por ahí'».