PROYECTO INCUMPLIDO

CiU admite el error de apostar a ciegas por el carril bus-moto sin un estudio

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando el pleno municipal de ayer daba los últimos coletazos, Alberto Fernández Díaz (PP) reclamó al alcalde que aclarara la negativa del gobierno municipal a permitir que las motos circulen por el carril bus-taxi. El líder conservador, al que los barceloneses pueden ver a lomos de su Harley-Davidson los fines de semana, acusó a Xavier Trias de caer en la «frivolidad» en caso de no cumplir su propio programa electoral, en el que la modificación de la ordenanza de circulación se daba por segura. El alcalde admitió que incumplirá «una promesa electoral», pero puso por delante la necesidad de asegurar la integridad de los motoristas.

La confirmación de que las motos no se mezclarán con el transporte público llegaba el martes por la noche, tras una reunión auspiciada por el ayuntamiento en la que tomaron la palabra todos los colectivos afectados. La decisión ya estaba tomada, pero fue un detalle que cada uno pudiera aportar sus razones. El alcalde blandió todos los informes desfavorables para respaldar su dictamen, sobre todo el que se elaboró en Londres y que demostró que la convivencia de motos y bus había aumentado los accidentes un 37%, y los heridos graves, un 50%. «Yo también me lo creía, pero los estudios nos dan razones de un peso extraordinario para desestimarlo», concretó. Aun así, el líder del PP le tachó de «irresponsable» por hacer una promesa «sin garantías de seguridad».