Pop, rock y petardos para cerrar las fiestas de la paz

Como manda la tradición, un nada deslucido Piromusical despidió anoche por todo lo alto los multitudinarios festejos patronales de la Mercè. El consistorio no escatimó un solo céntimo -mantuvo la inversión de 90.000 euros del año pasado- en la esperada cita con la música, la luz y el fuego, que ayer brilló y sonó como nunca durante los 31 minutos que duró el espectáculo, pese a que, como siempre, en ciertos momentos el estruendo de los petardos impedía oír la música. Cosas del directo.

Una avenida de Maria Cristina llena a reventar desde horas antes de la cita -a las diez en punto de la noche, como es habitual- acogió el espectáculo, en esta ocasión dedicado a las versiones más conocidas de la historia del pop, el rock y la música popular. Melodías de todos los tiempos elegidas con gran acierto por el músico Jordi Bonet, que combinó en tres bloques acordes de artistas como John Lennon, Queen y Sau, adaptadas por músicos de lo más variado -de Pastora a Lorena y Simple Plan-,

que los 150.000 asistentes que abarrotaban los 12.000 metros cuadrados habilitados para la cita acogieron con los habituales «oooh» de admiración y enérgicos aplausos. Del mayor hit heavy de todos los tiempos -el Highway to hell de AC/DC- a un catalanizado Lemon Tree de Fools Garden, interpretado por el grupo de folclore La Carrau.

APOTEOSIS CON 'IMAGINE' / Dos de los momentos más emocionantes llegaron cuando sonaron los himnos Imagine -con un impresionante encendido de bengalas- y Què volen aquesta gent, en esta ocasión con las voces de los barceloneses Sabor de Gràcia, quienes también interpretaron las Paraules de amor de Serrat. Tampoco se quedó atrás ni en cuanto a ilusión en la mirada de la concurrencia ni en cuanto a ovación popular el Satisfaction de los Rolling Stones y el Girls just have fun de Miley Cirus -la líder infantil Hannah Montana-, que daban buena muestra de que, más que nunca, la selección musical estaba adaptada a todos los públicos. En las fuentes de Montjuïc, el rojo y el amarillo predominantes pusieron una nota de color acorde con la Mercè más soberanista.

2.500 KILOS DE PÓLVORA / En el terreno del fuego, anoche ardió en Montjuïc la nada desdeñable cifra de 2.509 kilos de material pirotécnico, coordinados por siete ordenadores que controlaron el espectáculo con precisión de centésimas de segundo, a cargo de la empresa Pirotècnia Igual, que hizo uso de 5.368 petardos con un total de 10.000 disparos durante el espectáculo, que llegaron a elevarse en el cielo barcelonés hasta 300 metros.

A la salida, las habituales colas en el metro y la ilusión de que el año que viene, la cosa vaya mejor.