El puerto tumba en 5 segundos un edificio de 50 metros en el Morrot

Bastaron apenas cinco segundos para dejar a ras de suelo la enorme y ya obsoleta mole de hormigón y ladrillo de 50 metros de altura de los antiguos frigoríficos de Interfrisa en el muelle de Sant Bertran, junto al Morrot y la Ronda Litoral. La voladura controlada que hizo ayer el puerto de una construcción tan grande como un edificio de 15 plantas y media manzana del Eixample originó una gigantesca nube blanca. La gélida brisa que soplaba a primera hora en el litoral barcelonés logró, sin embargo, dispersar en solo 10 minutos la masa de polvo dejando a la vista el informe montón de escombros.

En el espacio recuperado se ampliarán las instalaciones de la terminal que Acciona Trasmediterránea tiene en el contiguo muelle de Barcelona. La empresa era ya la dueña de la construcción desintegrada.

La operación se hizo con explosivos de precisión que rompieron, tras un estallido sordo pero audible a gran distancia, la base de la estructura. El gigantesco cubo de 150.000 metros cúbicos se vino entonces abajo, cual ascensor rumbo a la nada, aunque sin perder la compostura hasta la última décima de segundo en la parte que aún seguía entera.

Las únicas víctimas de la voladura fueron algunas palmeras de la avenida del muelle de Sant Bertran que a pesar de estar forradas con balas de paja resultaron tumbadas por los cascotes. La operación cortó la ronda 20 minutos y cerró la zona contigua a vehículos y personas. El alcalde Jordi Hereu y el presidente de la autoridad portuaria, Jordi Valls, destacaron que Barcelona recupera el paisaje del puerto más cercano.