Roque, un Romário de bolsillo, a 354.678 euros el centímetro

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

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Emilio Pérez de Rozas

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Uno tiene sus contactos. Ayer me pasé todo el día, bueno, por la diferencia horaria, la tarde y buena parte de la noche, llamando a Brasil, hablando con Brasil. Y, cuando uno habla con Brasil, habla de fútbol, claro. Quería saber si este chico que acaba de fichar el Barça, Vitor Roque, es más Vinicius que Robinho.

Vayamos por partes. En Brasil, donde han tenido un presidente (y votado, sí), Jair Bolsonaro, que aseguraba que sus hijos “nunca serán gays ni tendrán novias negras, porque los he educado muy bien” y, encima, tienen la cara de tratar de racista a España, todo está en venta. Es más, me dicen que si tú vas a un restaurante y quieres pagar a plazos, pagas. Comes, pagas algo y, a los pocos días, vuelves y pagas el resto.

Así que no es de extrañar que se vendan a sus futbolistas más jóvenes, casi niños. Lo hicieron con Vinicius. Lo repitieron con Rodrigo. E, incluso, lo hicieron hace poco con un niño de 16 años, Endrik, por el que el Real Madrid pagó 60 millones de euros (30 fijos y 30 variables).

Vitor, el siguiente

Así que no es de extrañar, me cuentan mis amigos (todos colegas), que el Athletico Paranaense pusiese en venta lo único que tienen de valor, Vitor Roque, de 18 años y 1,72 metros de altura (tranquilos, Leo Messi mide 1,70, igual que el gran Julián Álvarez, la joya del MCity, y David Villa y Romário de Suoza, 1,75).

Me cuentan que en Brasil, repito, no le hacen ascos a nada que se pueda vender a plazos. Eso sí, si compras a plazos, tratan de sablearte un poco y es, me dicen, lo que le ha ocurrido al Barça, que, dada su situación económica, está encantado de pagar a plazos. Total, se están vendiendo el club a plazos, pues ellos pagan también a plazos.

El caso, me siguen explicando los colegas, es que después de que el Real Madrid picase con los 61 millones por Endrik, un tal Alexander Mattos, Director Deportivo del Paranaense, dijo que él no vendería a Roque, que está marcando muchos más goles que ‘el menino prodígio’, como llaman a Endrik en Brasil, por menos dinero.

Y, al final, saldrá por 61 (30+31). Es decir, 354.651 euros por centímetro de goleador joven, de un melón por abrir, de alguien que promete mucho pero aún no ha llegado, de alguien que ya ha jugado en la ‘canarinha’ pequeña pero por quien nadie pone la mano en el fuego. Bueno, sí, algunos de los periodistas con los que he hablado me dicen que será un gran goleador. Y perfecto para el Barça.

SAO PAULO (BRASIL), 21/06/2023.- El delantero Vitor Roque de Paranaense celebra su gol hoy, durante un partido por el Campeonato Brasileño entre Sao Paulo y Athletico Paranaense en el estadio Morumbi de São Paulo (Brasil). Los medios de comunicación comentan que Roque será nuevo refuerzo del equipo Barcelona de España. EFE/ Isaac Fontana

Vitor Roque, el último fichaje azulgrana. / EFE/ Isaac Fontana

Antes de reflexionar sobre este último punto, es decir, que es un goleador, un delantero, un 9, perfecto para el Barça, que, seguro, dicen, le entrará por los ojos a Xavi Hernández nada más lo vea deambular por el campo Tito Vilanova de la ‘Joan Gamper’ (me parece que no antes de enero del 2024), digamos que el alto precio que el Barça pagará por el muchacho es debido, especialmente, a que lo pagará en cuatro años. Y, claro, si pides plazos, aumenta el fijo. Y los variables (31 millones), entre los que hay un millón si gana el Balón de Oro. Hay que tener mucha fe para ver a Vitor Roque como Balón de Oro en esta década, pero para fe, fe, la del Barça de Joan Laporta.

¿Y el sustituto de 'Busi'?

Más. Antes de hablar de ese goleador que deslumbrará a Xavi (me lo han dicho tres de los cinco periodistas consultados), en Brasil (¡y eso que está lejos!), no entienden muy bien que el Barça se gaste seis veces más en el suplente de Lewandowski que en el sustituto de Busquets, que es, dicen, el puntal del juego del Barça. Yo les he dicho que no es que no lo entiendan en Brasil, es que no lo entiende nadie. Peor aún, les he dicho que para el sustituto de Busquets están pensando en alguien que era suyo, muy suyo, uno que ellos había parido en La Masia, Oriol Romeu, y que, en efecto, ahora vale seis veces menos que Roque.

Pero cuando hablan del muchacho de 172 centímetros, es decir, nada que ver con Benzema, Lewandowski o Mbappé, mis colegas se remontan, para asegurar que es un chaval por el que vale la pena jugársela y apostar a tope, al reciente partido que jugó, el pasado miércoles, en el mismísimo estadio de Maracaná, ante 60.890 espectadores. Era un Flamengo-Paranaense, de la Copa de Brasil. Ganó el Flamengo (2-1), que pierde en contadas ocasiones, pero me cuentan que la atracción del partido, bueno, aquello que quedó reflejado en todas las crónicas del partido, fue el instinto de supervivencia, el silencio, la tremenda respuesta profesional, física, valiente y peleona de Roque, que salió a patada cada 45 segundos.

Dicen que el maltrato que recibió el nuevo ‘menino’ culé fue de época. Dicen que Vinicius se hubiese puesto a llorar en el minuto cinco, a pedir al árbitro que hiciese algo y a reclamar que bajase la policía al cesped para detener a los defensas del Flamengo que le maltrataban. Y, sin embargo, me cuentan, a Roque le pegaban y Roque se levantaba y seguía jugando (no provocando, jugando).

El colega de Pedri y Gavi

Porque cuentan que Roque no juega para él, juega para los suyos (lo ven, puro Barça). Roque es muy fuerte, tiene las piernas de Romário, la picardía de Villa para infiltrarse en las férreas defensas (ven, lo que hacen siempre los rivales azulgranas) y que, dentro del área, es una serpiente cascabel, con la particularidad de que si la mejor opción de gol es retrasar el balón para el centrocampista que se incorpora al ataque, eso es lo que hará.

Scolari, exseleccionador brasileño y amigo de Deco, le dijo al aún no presentado Secretario Técnico culé que Roque era una buena apuesta de futuro

Mis colegas brasileños dicen que Roque es el complemento ideal (vale, sí, que es mucho decir, pero yo se lo cuento porque me lo han dicho muy convencidos) para el fútbol, el ‘tarannà’, la personalidad, el despliegue, la complicidad, la fuerza, habilidad y picardia de Pedri y Gavi.

Otra de las cosas que me cuentan es que el seguimiento de Roque por parte del Barça viene de hace mucho tiempo, es decir, que aunque sea un fichaje que ha cerrado Deco, el padre de la criatura es Jordi Cruyff. El departamento de ojeadores del Barça llevaba varios meses viendo la evolución del brasileño, hasta el punto que Cruyff le pidió a su hombre de confianza en el club, Joel Lara, que le echase un ojo al chaval. Y, a partir de ese momento, tal vez en el momento de pasarle las carpetas a Deco, Cruyff le dijo que Roque era un buen refuerzo.

Y, por lo que me completan desde Brasil, Deco, con muy buena relación con Luiz Felipe Scolari, no solo amigo sino exentrenador suyo, le pidió opinión al exseleccionador brasileño que le dijo que confiase en ese muchacho, que valía la pena y le dijo más: es muy buen chico, tiene una familia estupenda (no todos los jóvenes valores del mundo del fútbol tiene familias estupendas) y es muy humilde, lo suficiente como para considerar a Lewandowski (y Xavi) sus dos próximos maestros.

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