Laporta precisa en 1.472 millones de euros el coste del Espai Barça

A la espera de una futura corrección o reajuste, el coste del Espai Barça se cifra en 1.472 millones. Y el Espai Barça comprende, desde la prehistoria del 2014 cuando fue presentado, a este miércoles, en la reunión del Senat del Barça, el ente orgánico que reúne a los mil socios más antiguos de la entidad, la remodelación del Camp Nou, el Palau Blaugrana y el Campus Barça. O sea, todo.

Así lo ha explicado Joan Laporta a los más viejos del lugar, escrito con toda la admiración del mundo. Los 102 socios que escucharon el parlamento del presidente se elevaron a 112 personas cuando se entró en materia tras los 25 minutos de entradilla del máximo dirigente azulgrana, tan preciso en el coste como vago en la duración de las obras.

No acotó el primer punto y aparte de los trabajos en el 29 de noviembre de 2024, fecha del 125 aniversario de la fundación del club y promesa verbal vigente del regreso del equipo y la mitad del aforo al ahora taladrado Camp Nou.

"Nos tenemos que ir a Montjuïc una temporada y media",  dijo. Una temporada y media invita a sospechar que irá más allá del primer tercio de campaña, como si se prevea un cierto retraso de un proyecto pasó de la carpeta de Sandro Rosell a la de Josep Maria Bartomeu y se empieza a ejecutar siete años más tarde del referendum. La junta presumió de que se cobrará un millón de euros por cada día de retraso en el que incurra Limak Construction.

"Tenemos que estar orgullosos del legado que dejaremos a nuestros hijos y a nuestros nietos"

— Joan Laporta / Presidente del Barça

"Tenemos que estar orgullosos del legado que dejaremos a nuestros hijos y a nuestros nietos", enfatizó Laporta, algunos de los cuales le escuchaban en el Auditori porque acompañaban a los mayores.

20 inversores

Gracias "al trabajo de esta junta", apuntó Laporta "y a la fidelidad de ustedes", por seguir al lado del Barça pagando las cuotas y los abonos. A pesar de "todas las adversidades que encontramos y seguiremos encontrando", lo cual no es óbice para que "20 inversores de todo el mundo", otra concreción, se hagan cargo de los 1.472 millones que costará, en un principio, el Espai Barça. Con el Camp Nou y el Palau Blaugrana y el Campus. "Sin que nos cueste dinero a los socios, sin que se ponga en riesgo la gestión deportiva y sin que se hipoteque el patrimonio del club", subrayó Laporta, repitiendo uno de los lemas que sostenía la gigantesca obra de las instalaciones barcelonistas.

"Gracias a ustedes, el Barça tiene esta fuerza que atrae a los inversores y conserva el modelo de gobierno con la propiedad deposita en más de 150.000 socios", destacó en su discurso, que empezó con el resumen de la temporada deportiva, que calificó de "muy buena" por la conquista del título de Liga del primer equipo de fútbol dirigido por Xavi Hernández. El adjetivo se elevó de grado con "la excelencia" del equipo femenino, campeón de la Champions.

Laporta puso en valor de la gestión de su segundo mandato al hablar de "todas las adversidades" que él y sus compañeros de junta -le acompañaban 14 personas en el escenario- han tenido que superar. Las del Espai Barça tienen que ver con el incremento de los materiales a raíz de la guerra de Ucrania y el encarecimiento del dinero; en el plano deportivo se dividían en dos: las internas de la horrible gestión heredada y las externas del caso Negreira.

Dos tipos de adversidades

Las primeras tienen que ver con la masa salarial desmedida -"ya no hablo de pérdidas anuales, endeudamiento acumulado y fondos propios negativos", apuntó de la catastrófica situación que dejó Bartomeu- que condiciona tanto al Barça reforzarse como dios manda y que le ha impedido recuperar a Leo Messi, como tanto deseaba Laporta. "Huimos de aventuras y decisiones que nos llevaron al colapso: la plantilla tienen mucho más valor, es más competitiva, se ha rejuvenecido y ha ganado dos títulos", consideró.

Las segundas responden al conocido caso Negreira. Laporta insistió en que se trata de "una gigantesca campaña de desprestigio reputacional", y subrayó con dos "nunca" que el Barça hubiera pretendido obtener alguna ventaja arbitral. Pero el caso irá a juicio.

El argumento empleado para justificar la inocencia del Barça fue "la transparencia", pese a que el club nunca explicó que hubiera contratado al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros hasta que una investigación lo descubrió: "Eran informes técnico-arbitrales, una asesoramiento con las correspondientes facturas, desglosadas por conceptos y pagadas por transferencias bancarias".