El Barça se proclama campeón de Liga F en el retorno de Alexia Putellas (3-0)

Pocos días quedarán más en la memoria de los culers que este 30 de abril. El día en que el Barcelona se proclamaba campeón de liga por cuarto año consecutivo, Alexia Putellas volvía a pisar el césped. La capitana, tras nueve meses apartada de su hogar por la rotura del ligamento cruzado, se ha vuelto a poner el brazalete. Día grande en Can Barça.

La banderas ondeaban en el Johan Cruyff. Castellers, gigantes y batucada estaban invitados a la fiesta en el estadio culé. Los colores azul y grana teñían los aledaños del campo y las gradas y no había aficionado que no pidiera su bandera al pasar por el torno. Las de Jonatan Giráldez tenían el primer matchball para hacerse con el título de liga y nadie quería perdérselo. Contra el Sporting de Huelva llevaba el momento. Con el cartel de entradas agotadas y el retorno de Alexia Putellas al verde, el escenario se presentaba inmejorable.

Sin brillo

El Barcelona necesitaba una victoria para sumar su cuarta liga consecutiva. La tarea se apetecía sencilla: las culés gozan de un plano de triunfos en la competición doméstica. El Barça no ha brillado sobre el césped, las cosas como son. Las rotaciones, la acumulación de minutos y la falta de puntería y entendimiento han brindado a los aficionados un partido poco vistoso, pese al amplio resultado. Sin embargo, mientras el cielo se iba encapotando, las de Jonatan Giráldez iban encontrando la lucidez sobre el césped a medida que pasaban los minutos.

No ha sido una primera parte fácil. Las azulgranas han tenido que remar para encontrar fluidez sobre el campo. De hecho, no ha sido hasta que no han visto el descanso en el horizonte que se han conseguido adelantarse en el marcador. Y lo ha hecho el barcelonismo hecho futbolista. Laia Codina, besándose el escudo, ha celebrado una diana que empezaba a saber a una liga. Cuando la pelota entraba como a cámara lenta con su volea desde dentro del área, la de Campllong ya corría con los brazos en alto. El brillo en sus ojos, aquel que irradian los niños pequeños en Navidad, iluminaba un Johan Cruyff donde amenazaba la lluvia. Codina, más culé que el palo de la bandera, encaminaba el título para las culers.

Golazo desde fuera del área

El segundo tiempo el Barcelona ha encontrado más el tono y Jana Fernández ha enloquecido el estadio con un auténtico golazo desde fuera del área. La central ha señalado al banquillo mientras era abrazada por sus compañeras. Buscaba a una persona, a quien todo el barcelonismo esperaba con ansias. Alexia Putellas. Su camarada de recuperación, con quien ha tenido que compartir la cara más dura del fútbol tras romperse también el ligamento cruzado unos meses antes que la capitana culer. Ese gol iba para ella.

Y en Alexia estaban todas las miradas clavadas. La capitana esperaba su momento sentada en el banquillo. Cuando Giráldez la ha llamado para calentar, los cimientos del Johan Cruyff han temblado un poco. Aunque nada comparado a cuando se ha quitado el peto y ha dejado ver el 11 estampo en su camiseta. Todo el estadio se ha puesto en pie, móvil en mano, para guardar en el recuerdo y en la memoria un día histórico para el barcelonismo.

Cuando la colegiada ha levantado el luminoso desde la banda, Pina ha corrido hacia ella con el brazalete en la mano. Nueve meses después Alexia Putellas volvía a llevar ese distintivo que, en ella, es mucho más que futbolístico. Y, como si nunca se hubiera tenido que ir, Putellas ha vuelto a pisar el césped del Johan Cruyff. Su casa, la que tanto ha echado de menos y donde siempre ha estado presente.

Con ella sobre el campo solo quedaba pasar el último cuarto de hora hasta verla levantar el trofeo. Pero quien pensará que a Alexia le valía con volver sin más, es que no conoce a la capitana culer. Los quince minutos que ha estado sobre el césped han sido una delicia para cualquier aficionado al fútbol. Mientras tiempo se iba restando del marcador, Oshoala ha sido la encargada de cerrar el 3-0 definitivo.

Ningún culé podía ni quería esconder su alegría: las azulgranas eran campeonas de Liga con la mejor guinda del pastel posible. Y la celebración ha estado a la altura, como no podría ser de otra manera. Alexia Putellas, de nuevo con el brazalete pegado al brazo, ha levantado la copa delante de un Johan Cruyff donde nadie se ha movido de su asiento.

"¡Un poco más de ruido Johan Cruyff!", pedía Jonatan Giráldez micrófono en mano después de levantar la copa. "Me gustaría reconocer el trabajo de toda la plantilla y el staff. Estoy muy orgulloso de poder trabajar con todos ellos. Estamos muy agradecidas por el apoyo que nos dais [afición] en el Johan y el Camp Nou. ¡Queremos traer la Champions a casa!", sentenciaba eufórico el técnico de Vigo.

Alexia Putellas también ha querido dirigirse a la afición. Visiblemente emocionada se ha puesto a cantar con toda la grada y el equipo. El Johan era una fiesta que se ha coronado con música a todo volumen y una vuelta de honor bañada por el confeti.