Un Barça menor se salva por la falta de puntería del Celta

Un Barça diminuto logró una victoria que, lejos de reforzar la autoestima, alimentó los complejos. El Celta apabulló al equipo de Xavi en el Camp Nou y no dio la vuelta al marcador porque el concepto suerte es mucho más poderoso de lo que gusta de reconocer en el fútbol. Marcó Pedri en el primer tiempo y bastó para conservar el liderato, pero el repaso que sufrió de parte del equipo gallego en una segunda parte deprimente no permitirá sentirse fortalecido de cara al crucial encuentro del miércoles ante el Inter. 

Produce escalofríos pensar lo que habría sido del Barça de tener delante a atacantes más acreditados, como Lautaro Martínez sin ir más lejos. Ter Stegen puso el cuerpo de todas las posiciones posibles para interrumpir el gol que se mereció el Celta con creces. Los jugadores vigueses se fueron de Barcelona desesperados. Y los del Barça, contrariados. Necesitaban ganar con cierta convicción y no pasó eso. Ganaron, pero el equipo dio la imagen de un flan. Tembloroso a más no poder.  

El gol que abrió el caparazón en el que se refugió el Celta en el primer tiempo procedió de una carrera al espacio de Gavi, que picó piedra como acostumbra, fornido como es en su pequeño cuerpo, pero encima supo ver hacia dónde había que correr. Su pase acabó al pie de Pedri tras un torpe rechace de Unai, defensa del Celta. Su segundo gol del curso.

Temor al fiasco

Gavi y Pedri han sido para el Barcelona como dos Gordos de navidad para una familia a punto del desahucio. En el día en que se concluía en asamblea de compromisarios que hará falta alguna venta de activos más para tintar de verde los números rojos, los dos adolescentes que aparecieron de forma inopinada tiraron de un equipo que necesitaba una actuación que les diera razones para creer que pertenece al club de los grandes de Europa. No será así, a la vista de cómo se desarrolló la noche.

Por una vez un partido ante el Real Madrid -el próximo fin de semana en el Bernabéu- no resulta prioritario. El miércoles el Barça se juega ante el Inter la pervivencia en Europa, y la felicidad, el prestigio, un buen dinero… La temporada, en suma. Mejor no imaginar un fiasco, aunque cuesta a la vista de lo sucedido ayer. Con esa idea, Xavi preservó a uno de los dos centrales en pie, a Èric Garcia, y desplegó la probeta de los ensayos, situando a Marcos Alonso al lado de Piqué. Balde, como en Mallorca, volvió a jugar en la derecha y con Alba en su sitio de siempre.

Caída en picado

Balde cumplió, Alonso estuvo solvente y Alba hizo de Alba de los últimos tiempos, un lento declive. Todos lo pasaron mal en la segunda parte, con la salida en tromba del Celta. Perdonó unas ocasiones flagrantes, salvadas entre el atolondramiento de unos y otros. Un baño en toda regla. Resultó tan descorazonador el juego azulgrana en la reanudación que Xavi ordenó pronto tres cambios de golpe.

Mantuvo al invisible Lewandowski. Fuera Pedri, fuera Raphinha y fuera Ferran, quien constata el fraude de su fichaje un partido detrás de otro. Pudo marcar en un par de oportunidades y, como siempre, agua. Eso en la primera parte, cuando el Barça tenía contra las cuerdas al Celta, cuando sin hacer caer la baba a nadie, dominaba los tiempos del encuentro, los jugadores se posicionaban con criterio y tanto la presión alta como la recuperación rápida funcionaban. La sensación era de control.

Hasta que empezó la segunda parte, en la que se invirtieron los papeles. Que el Celta no empatara constituyó una injusticia para llevarla al Tribunal Supremo. El encanto del fútbol, dirán los barcelonistas. Maldita puntería atrofiada, se quejarán los vigueses. Hasta Aspas erró solo ante Ter Stegen. ¡Aspas, el que las suele meter todas! El alemán se agigantó. 

El partido se le hizo muy largo al Barça. No supo conservar la pelota y le tocó sufrir como un equipo pequeñito, achicando balones, salvándose con épica, estirando la bota, alineándose con la suerte en los rebotes, en el milímetro que separa el fuera de juego de la posición legal… El Celta mereció ganar, no solo empatar. Con este rendimiento, al Barça se le alejará Europa. 

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