Wolfsburgo-Barça: clasificación humana de las nuevas diosas 'culés'

La única pega que tuvo la histórica conquista de la Champions femenina en Gotemburgo fue que el Barça no pudo compartirlo con su afición. El covid impidió la presencia de público en las gradas del Gamla Ullevi sueco. Las azulgranas, tras los dos baños de masas en el Camp Nou ante Madrid y Wolfsburgo, esperan poder quitarse la espinita y compartir con su gente la revalida de la corona continental en Turín. En suelo alemán las nuevas diosas 'culés' demostraron que son humanas, frenando una racha de 45 partidos seguidos ganando, pero lograron el billete a su tercera final europea en cuatro años

A Wolfsburgo ya viajaron algunos de los seguidores más incondicionales 'culés'. Pudieron cumplir el objetivo de celebrar el pase a la gran final, aunque sufrieron más de lo esperado. Si en la primera mitad por momentos se escuchaba más los cánticos barcelonistas que los locales, en la segunda mitad constataron que sus diosas son humanas. El cuadro de Jonatan Giráldez, que había ganado todos sus partidos esta temporada, se encontró con una situación desconocida esta temporada, cuando en un visto y no visto el marcador señalaba un 2-0.

No fue el partido esperado por los culés que lo vieron en Wolfsburgo ni los que los siguieron por la tele, pero fue un buen toque atención. Tanto para las jugadoras como para sus fans. Para las primeras, que no habían perdido un encuentro desde junio del año pasado, para que no se confíen en Turín. Y para sus fans, para poner en valor la barbaridad de lo logrado este curso por el Barça femenino de los récords, que se ha puesto el reto de superar la increíble temporada pasada: tras haber levantado la Liga y la Supercopa, el único trofeo que se les escapó en 2021, aspiran ahora a mejorar el triplete del curso pasado con un póquer, revalidando las coronas europea y copera. El curso pasado solo perdieron en Liga contra el Atlético y también en los penaltis de la Supercopa y en Europa solo concedieron un empate ante el PSG y una derrota intrascendente ante el Manchester City. 

Tras sufrir durante el partido, con el pitido final las azulgranas saltaron en corrillo y aplaudieron a los fans que se habían desplazado. "Sí, sí, sí, nos vamos a Turín", coreaban tanto en las gradas como en el césped.

"El factor mental, clave"

"Es la tercera final en cuatro años. Hay que valorarlo y ser conscientes de que esto cuesta muchísimo. El resultado de hoy es prueba de que las cosas no son nada fáciles", comentó Mapi León, que reconoció estar "muy contenta y muy cabreada". Jonatan Giráldez ha incidido en ello. "Son experiencias que nos ayudan porque no las encontramos casi en ningún partido. Son contextos en los que tienes que aprender y experiencias que nos tienen que servir para el objetivo de ganar la Champions", apuntó el técnico. "La derrota llega en el momento oportuno, porque no nos impide clasificarnos para la final. Que la gente sepa que ganar títulos no es nada fácil".