Laporta escenifica el giro con Xavi

En sus primeros siete años como presidente del Barça, Joan Laporta solo tuvo dos entrenadores. Y no despidió a ninguno porque "resistió", esa es la palabra que utilizó en la pasada asamblea de compromisarios, con Frank Rijkaard (2003-08) antes de dar vuelo a Pep Guardiola (2008-2010), a quien dejó al final de su segundo y último mandato. Ahora, en apenas ocho meses, el dirigente azulgrana ya va por el segundo técnico y espera con urgencia el tercero.

Tuvo y destituyó, tras la derrota en Vallecas y en el avión de vuelta de Barcelona, a Koeman ("la situación era insostenible, igual sí, igual lo tenía que haber despedido antes, asumo mi responsabilidad", afirmó el presidente), se estrenará este sábado en el Camp Nou con el interino Sergi Barjuan ("es un hombre de club") antes de que llegue Xavi Hernández, su tercer entrenador desde marzo cuando arrasó en las elecciones. Quiso escenificar Laporta ese giro sobre el entrenador del Al-Sadd, con quien el Barça está ultimando las negociaciones, para reivindicar que ahora sí tiene confianza en él.

"Hablo a menudo con Xavi, mi opinión es buena. Tengo muy buenos informes", proclamó el presidente del Barça, recordando que "nunca se ha cortado la comunicación" con el excapitán azulgrana, presumiendo de que esa relación se ha mantenido, pese a las divergencias vividas en la campaña electoral cuando Víctor Font lo postuló como el líder de su proyecto deportivo.

"Xavi está en una situación muy interesante. Siempre dije que algún día entrenaría al Barça. Y se lo dije a él"

— Laporta, presidente del Barça

"Xavi está en una situación muy interesante", argumentó el dirigente. "Siempre dije que algún día entrenaría al Barça. Y se lo dije a él", afirmó después en torno al entrenador catalán. Al inicio de su larga comparecencia de prensa, acompañando a Sergi Barjuan, Laporta no citó el nombre de Xavi, cuidadoso como quería ser, recordando, en todo momento, que "el Barça mantiene otras opciones" en la búsqueda del relevo de Koeman.

"Sin prisas"

No dio el presidente pistas sobre esas opciones, aunque la vía de Xavi es la única que le queda abierta, pendiente de que acabe sus dos próximos partidos con el Al-Sadd y pueda estar en Barcelona el próximo 4 de noviembre.

El club catarí emitió un comunicado oficial recordando que Xavi tiene "sos años más de contrato" ya que renovó este pasado verano hasta el 2023 en una estrategia para endurecer la negociación con el Barça.

Eso, de momento, implica que Sergi Barjuan se sentará en el banquillo del Camp Nou este sábado ante el Alavés estrenando su rol de entrenador interino, además de viajar a Ucrania para jugar el martes en Kiev un duelo decisivo en la Champions. "Hemos visto partidos del Barça juntos. Él, desde Catar y yo desde aquí", reveló, aportando, además, otro elemento nuevo. "Sé lo que opina Xavi del equipo y lo que quiere hacer".

"Hemos visto partidos del Barça juntos. Él, desde Catar y yo desde aquí. Sé lo que opina Xavi del equipo y lo que quiere hacer"

— Laporta, presidente del Barça

Tras admitir hasta en tres ocasiones que se equivocó en demorar el despido de Koeman. "Si se ha hecho el cambio es porque los resultados no han acompañado, pero aún no estamos desenganchados en la Liga", argumentó el presidente antes de precisar que quiere tomar la decisión del nuevo entrenador "sin prisas porque las prisas son malas consejeras", incidiendo en que "el estilo del Barça es genuino e innegociable. No creo que se haya perdido, pero sí se ha alejado un poco de ese estilo. Queremos recuperar las esencias".

Mensaje a la plantilla

Y Xavi es el elegido para reencontrarse con el camino de la esencia culé porque, según Laporta, "se debe sacar más rendimiento de este equipo que tenemos, debemos ser más competitivos".

Por eso, y ante la delicada situación en que se halla el Barça, el presidente ha elevado el tono de la exigencia con un claro mensaje hacia la plantilla, el único en sus 50 minutos en los que hizo autocrítica sobre su gestión del despido de Koeman ("tuve dudas, es público y notorio"), pregonó su buen rollo con Xavi y se dirigió luego claramente a los jugadores. 

"Pedimos intensidad, disciplina, entrega, esfuerzo, sentido de la responsabilidad y valentía.Dentro de su profesionalidad pedimos exigencia", reclamó Laporta, quien reveló que Jordi Cruyff "nunca" fue una posibilidad para suceder a Koeman por la relación de amistad que mantienen ambos. 

El único miembro de la estructura deportiva que no asistió a la presentación de Sergi fue Jordi. Estaban Mateu Alemany, director de fútbol, Ramon Planes, secretario técnico, y Rafael Yuste, el vicepresidente deportivo. Pero él, la persona más cercana a Koeman, no fue.

Y Laporta escenificó su giro con Xavi. En verano, pudo ficharlo, pero no quiso. Ahora, en cambio, lo necesita.