Koeman, íntimo

El último día de agosto de 2020, dos semanas después de firmar su contrato, Ronald Koeman se dirige desde su piso en Pedralbes en coche a la Ciutat Esportiva Joan Gamper para su primer entrenamiento como nuevo técnico del Barcelona. No estará casi nadie del primer equipo, aún de vacaciones tras la humillación sufrida ante el Bayern de Múnich.

"Pero ya están los jugadores que vuelven de una cesión, los jóvenes y los nuevos fichajes", dice Koeman a su acompañante. "Hay uno, se llama Pedri, fichado de Las Palmas, no lo conozco, pero dicen… Debe ser el nuevo Laudrup, el nuevo Iniesta, pero no lo conozco. Ya veremos. Es el mayor talento de toda España".

La cámara y el micrófono parecen no estar presentes. Pero están ahí desde el primer momento, desde la mañana del martes 18 de agosto en que Koeman se sube en Amsterdam al avión privado que le llevará en un par de horas hacia su sueño azulgrana. El técnico holandés accedió a la propuesta de la productora Captains, la cadena Videoland y de Wasserman, la agencia de su representante Rob Jansen, para vivir de cerca sus primeros meses en el Barça. Aceptó la cámara no solo en el avión y en el coche, sino también en su casa, en una comida con la cúpula del club y en reuniones y celebraciones familiares, como los 35 años de matrimonio con su mujer, Bartina.

“Siempre me han gustado reportajes y documentales de este tipo, una historia desde dentro. Y por mi trabajo estoy acostumbrado a las cámaras. Por supuesto, no me voy a comportar de manera diferente de lo que soy,” explica Koeman sobre su decisión de abrir sus puertas y, además, en largas entrevistas, sincerarse sobre ese trabajo, sus ambiciones y vivencias, y sobre la familia y el profundo amor que todos sienten por Barcelona, el club y la ciudad, donde dos de sus tres hijos nacieron a principios de los años 90.

“En el momento en que el presidente se marchó de cas, nos miramos, y dije: ¡Sí!", afirma Bartina, la esposa de Koeman

Cuando en la mañana después del 2-8 ante el Bayern, Koeman se despide de Josep María Bartomeu, que ha venido a su casa para ver si quiere dejar la pletórica selección holandesa para hacerse cargo de un Barça en ruinas, Bartina recuerda: “En el momento en que el presidente se marchó, nos miramos, y dije: ¡Sí!”. Y Ronald: “Ahora ya no iba a decir que ‘no’ al Barça. Si dejaba escapar esta oportunidad, ya no habría otra.”

“Estoy seguro de que hay cosas que pasan porque son dirigidas desde arriba” dice Koeman

Ese piso en Pedralbes lo habían adquirido justo el mismo año; querían venir más a menudo a Barcelona, y en agosto lo acababan de reformar y decorar. "Estoy seguro de que hay cosas que pasan porque son dirigidas desde arriba", dice Koeman, mirando al cielo. "Cuando unos días después estaba viajando de nuevo a Barcelona, me dije: 'voy camino de lo que siempre he querido'".

Su amor por el Barça es perpetuo desde aquel día de mayo del 92, en Wembley, un gol para la historia que, por supuesto, figura también en el documental titulado Força Koeman, en el que además hablan de él jugadores como Frenkie de Jong y Memphis Depay, sus ayudantes Henrik Larsson y Alfred Schreuder y, por supuesto, Bartina y sus hijos Debby, Tim y Ronald junior. Koeman: "En toda mi carrera, mi familia ha permanecido en un segundo plano, pero ya tienen edad los hijos ahora, y se ve muy bien los unidos que estamos.”

“Cuando unos días después estaba viajando de nuevo a Barcelona, me dije: 'voy camino de lo que siempre he querido'", confiesa el técnico

Tim, que cumplirá este año los 30, acompaña muchos días a su padre en esta aventura. Le lleva en coche al Camp Nou el día del Clásico y después del partido lo va a buscar, con esa cámara presente. Debido al covid, el equipo de televisión no ha podido grabar dentro del campo en los días de partido.

"Pero ni ha hecho falta", dice el productor Jop Goslinga, "porque en realidad es ahora más especial, se ve como Ronald vive el fútbol en un ámbito más privado". O como lo vive su familia. Bartina apenas quiere ver partidos por televisión, porque se pone muy nerviosa. Y a Tim se le ve sufriendo ante el televisor en casa el día del Clásico, increpando el árbitro cuando éste le pita un penalti a favor de Sergio Ramos.

“Para mi padre, el Barça es como un bebé al que quiere cuidar lo mejor posible”, dice Tim. “No se cansa nunca, solo trabaja. Yo le digo: disfruta un poco de la ciudad, de la vida, pero de momento no hay manera. Ni siquiera desayuna, se va directo al club”, sostiene Bartina. Y el propio Ronald: “Mi amor por este club es tan grande que hago todo lo posible para que todo salga bien. El futuro dirá si he sido capaz. Es, desde luego, el trabajo con más presión que he tenido en mi vida”.

“Para mi padre, el Barça es como un bebé al que quiere cuidar lo mejor posible", revela Tim Koeman

Sabe que aquel gol de Wembley le ha abierto las puertas del Barça ahora como técnico. “Es increíble lo que significó aquello, para mí, para el club, para los catalanes. Aún ahora me encuentro gente que me hablan de ese día, incluso un señor sacó de su cartera la entrada de Wembley que lleva cada día encima”. Pero añade el holandés que es consciente de que de esa gloria pasada no puede vivir. “Ese recuerdo no evita las críticas cuando las cosas salen mal ahora”.

Se queja de que el equipo ha tenido mala suerte o errores individuales en algunos partidos, que las lesiones se han cebado con la plantilla, que el calendario de enero fue "una locura" y que el equipo necesita refuerzos. Pero mientras, sigue trabajando en el día a día.

Un trabajo que empezó el mismo día de aterrizar en Barcelona, en agosto. Antes de la presentación, Koeman y su representante comen en el restaurante La Venta en Tibidabo con la cúpula mayor del Barça. La cámara está también ahí. El tema de conversación es Leo Messi, que en aquel momento aún no ha expresado su deseo de dejar el club. Koeman explica sus intenciones a Bartomeu y el secretario técnico, Ramón Planes:

"Quiero que Messi se quede. Pero debe saber que habrá cambios. Él tiene que decidir si quiere seguir con nuestras ideas", le dijo el técnico a Bartomeu

"Quiero seguir con Messi, quiero que se quede, como el mejor del mundo que es. Pero tiene que saber que habrá cambios, aunque aún no diré nombres. Vamos a dar oportunidades a jugadores jóvenes. Él tiene que decidir si quiere seguir con nuestras ideas. Si no, con todo el respeto, pero él tiene que decir si sigue o no".

Medio año después, pocos días antes del estreno del documental, el próximo miércoles en la cadena Videoland, Ronald Koeman se muestra eufórico con Messi, disfrutando de tenerlo en el equipo. Y, además, sonriente y motivado. "Messi es un gigante, menos mal que le tenemos a él. El día del Betis, el domingo pasado, se veía muy bien la diferencia. Cuando él entra, nuestro equipo se transforma, sus compañeros se agarran a él, y, en cambio, al rival le entra miedo".

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