ENTREVISTA A UN EXCANTERANO

Víctor Vázquez: "Messi y yo teníamos piques sanos a ver quién marcaba más goles"

El exjugador del Barça, miembro de la plantilla del primer triplete azulgrana, busca equipo en este mercado de invierno

El centrocampista, de 33 años, llegó en Estados Unidos a su pico de forma y se alzó campeón de la MLS

Es integrante de la mítica generación del 87 que alumbró a jugadores como Messi, Piqué y Cesc

Víctor Vázquez celebra un gol en la MLS con el Toronto.

Víctor Vázquez celebra un gol en la MLS con el Toronto. / Archivo

Álvaro Chaves

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Integrante de la Generación del 87 de La Masia, esa que reunió desde alevines hasta cadetes a nombres como Piqué, Messi y Cesc Fàbregas, y que contaba los partidos por goles marcados en vez de por victorias, Víctor Vázquez (Barcelona, 33 años) estaba llamado a ser la gran figura de la cantera azulgrana —incluso por encima de Messi—, pero dos lesiones de rodilla lo tuvieron apartado del césped casi un año y medio. Ahora, con la mochila llena de experiencias, algunas mejores y otras por lugares más inhóspitos, se encuentra en busca de equipo después de rescindir su último contrato con el Eupen belga tras solo dos meses en el equipo.

En las categorías inferiores del Barça coincide varios años con Piqué, Messi y Fàbregas, entre otros. ¿Qué recuerdo tiene de esa etapa? Tengo un recuerdo espectacular de haber coincidido con todos esos jugadorazos, y alguno que se ha quedado por el camino, porque claro, no podemos llegar todos... Es muy difícil, pero lo recuerdo con orgullo. Ganábamos los partidos muy fácil, siempre ganábamos todas las ligas y copas... y todo eso con un ambiente increíble; el de niños disfrutando del fútbol, que era de lo que se trataba. No de competir para ganar, sino de disfrutar. Íbamos creciendo y cada año éramos mejores. Hasta que llega un punto que uno pega un salto antes que el otro, o necesitan a un defensa antes que a un delantero, y ya nos fuimos separando. Pero de alevines hasta cadete A estuvimos siempre juntos. Y esos han sido los mejores años de mi vida, seguro. 

En muchos artículos de la época le ponían a usted la etiqueta que al final se ha ganado Messi. Como ese que tenía que llegar al primer equipo, que era determinante, que lo marcaba todo... Al principio, cuando me ficharon de la Damm, jugaba de delantero. Los primeros años siempre era el 'pichichi' y marcaba muchos goles. Era con lo que nací, me gustaba marcar goles. Luego ya a los tres o cuatro años, cuando llegó Leo, nos íbamos cambiando y también jugaba de mediapunta. Ahí me sentía mucho más cómodo, porque colaboraba más en el juego del equipo, ya que en esa época, siendo delantero, debía estar siempre en el área para finalizar. Y con ese cambio de posición yo me sentía mejor, más involucrado a la hora de combinar, de hacer jugadas bonitas. Y luego si las podía acabar, pues mucho mejor. 

Víctor Vázquez, Messi y Cesc, en las categorías inferiores del Barça.

Víctor Vázquez, Messi y Cesc, en las categorías inferiores del Barça. / Archivo

Pero dígame la verdad, ¿había piques con Messi para ver quién marcaba más goles? (Se ríe) Eran piques sanos siempre. Todo el mundo pensaba que eran piques como una competición para ver quién acababa como máximo goleador, pero no era así. Siempre han sido muy sanos y con el objetivo de divertirse y disfrutar. Nunca desde el egoísmo o diciendo “yo quiero marcar más que Víctor, o yo más que Leo”. No, en ningún momento ha sido así y en ningún momento nosotros lo sentimos así.

¿Tiene relación ahora mismo con Messi? La verdad es que poca. Hace poco creamos un grupo de WhatsApp de la Generación del 87 y estamos ahí todos metidos. Hemos hablado alguna vez todos y alguna yo con Leo por privado, pero poquito. A mí no me gusta molestar y menos con los problemas que ha tenido este último año con el club. Prefiero no meterme, ni estar escribiéndole porque estén mal las cosas. Si alguna vez nos escribimos, genial.  Siempre estaremos ahí, pero obviamente no tenemos esa relación que teníamos hace diez años.

¿Sabe al menos si le llegó la famosa celebración que hizo al marcar en la final de la MLS (liga de EE.UU.) del 2017, en la que, como él hizo en el Santiago Bernabéu, se quitó la camiseta y la mostró a la grada? Sí, sé que le llegó, porque con Piqué sí que hablo más a menudo y me dijo: "Cómo te has copiado de Leo, ¿eh?". Era una apuesta que yo tenía con mi familia y amigos, que me dijeron que si marcaba en la final un gol decisivo que lo celebrara al estilo Leo. Y bueno, yo no soy de hacer estas cosas, pero como era una final, sabía que también tenía repercusión y me hacía feliz, lo hice. 

Víctor Vázquez emula a Messi tras marcar en la final de la MLS del 2017.

Víctor Vázquez emula a Messi tras marcar en la final de la MLS del 2017. / Archivo

En la categoría juvenil acumuló dos lesiones en la rodilla. ¿Cuánto tiempo llegó a estar sin jugar?  La  primera vez no estuve mucho. Fue solo una pequeña luxación de la rótula que se salió un momento y se volvió a poner en su sitio. Entonces estuve un par de meses fuera. Aunque una vez superada sí que tenía ya cierto miedo, porque no sentía la rodilla igual. Esa época fue difícil porque fue de las primeras lesiones graves que tuve como jugador justo cuando veía cerca el Barça C y el Barça B. Y lo pasé mal. Pero bueno, luego con un buen tratamiento, hablando mucho con el doctor Cugat y con la gente del Barça lo pudimos sacar adelante y seguí bien hasta que... bueno, hasta que pasó lo que pasó en la época de Barça B.

¿La rotura del cruzado? ¿Cómo fue? Pues bueno, fue una jugada desgraciada, que le puede pasar a todo el mundo en el fútbol. Un jugador del Villarreal B en un partido en la Segunda B llegó tarde, yo quería poner un balón largo a la otra banda, me pegó algo por encima de la espinilla y escuché como la rodilla pegó un crujido muy, muy fuerte. Pensé lo peor. Y así fue; 14 meses fuera. Rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla. 

¿Tuvo entonces la sensación de que se podían olvidar de usted o que podía llegar a convertirse en un juguete roto de esa generación tan prometedora? No que se fuesen a olvidar de mí, pero sí que me iba a pasar gente por encima. Ahí sentí que mi tren del fútbol pasaba, porque en el Barça hay mucho talento y jugadores increíbles. Entonces tu oportunidad seguramente pase debido a tanto tiempo que iba a estar de baja y que sabes que otros jugador es obvio que lo van a aprovechar. Y de hecho, pues así pasó y así lo aprovecharon. 

¿Cómo es la decisión de salir del Barça con 24 años? Llevaba cinco años en el filial, había jugado algún partido con el primer equipo, pero veía que iba a ser muy difícil asentarme y no quería ser el típico jugador de banquillo. Preferí entonces salir del Barça, hacer mi propia carrera y empezar a disfrutar de otro tipo de fútbol.

Se habló entonces de que el entrenador del Arsenal, Arsène Wenger, se había interesado en usted. ¿Llegó a haber un interés real?  Sí, lo fue porque el Barça me lo comentó a mí, pero nunca fue un interés con una oferta firme encima de la mesa.

Fichó en agosto por el Eupen de la liga belga y, tras haber participado solo en 13 minutos, dejó el club en octubre. ¿Por qué? Porque cuando llegué al Eupen no estaba en una situación familiar muy cómoda. Aposté por volver a Europa porque con el director deportivo, Jordi Condom, me llevo muy bien y decidí probar la experiencia. Pero después de dos meses, entre la falta de minutos y que los problemas familiares no se acababan de solucionar, decidí hablar con Condom y acordamos rescindir el contrato. Pude venir para Barcelona para estar cerca de la familia, que es lo que necesitaba, y a día de hoy, habiéndose solucionado las cosas, pues a esperar a nuevos retos en enero.

En la Champions con el Brujas ante Schwensteiger, del Manchester United.

En la Champions con el Brujas ante Schwensteiger, del Manchester United. / Archivo

¿Entre sus planes está de nuevo la MLS? Sí, por supuesto. La MLS para mí es una de las mejores ligas donde he estado. Tengo un muy buen recuerdo de Toronto y de la liga. Y sí, obvio que está dentro de mis planes. Pero bueno, a día de hoy no hay nada oficial ni interés de ningún club específico.

¿Cree que podría encajar de nuevo en Toronto? Encajar seguro que encajaría, porque la base de Toronto es más o menos la misma, a pesar de que ahora Greg Vanney (el entrenador que le fichó) ha tomado la decisión de marcharse. Pero el club trabaja muy bien desde hace años y sí, está claro que sería una muy buena opción para mí. Aunque no como jugador franquicia (jugadores por encima del tope salarial), porque ya tengo una edad y también tengo que entender que intentan firmar a jugadores más jóvenes.

Los Ángeles Galaxy ha fichado a Greg Vanney como su nuevo entrenador. Si le llamase, ¿qué le diría al descolgar del teléfono?  Pues la verdad, no me lo pensaría. Con Greg tengo muy buena relación, igual que con toda la gente de Toronto, pero con él siempre tuve un ‘feeling’ especial y hemos seguido hablando desde que hace dos años dejé Toronto. Si me llamara, pues encantado. Sería bonito ir también a una a una ciudad como Los Ángeles. También tengo buenos amigos allí, como Jonathan Dos Santos y otros jugadores que ya conozco de la liga. Sería un reto interesante. Que no me llama, pues no pasa nada, porque también tiene que hacer un nuevo equipo allí.

Si la opción de Estados Unidos no saliese adelante, ¿se plantea volver a jugar sea donde sea?  Sea donde sea no, la verdad. Quiero seguir jugando a fútbol, ya que todavía me encuentro bien y estoy en una edad que tampoco puedo dejar de jugar mucho tiempo porque se nota. Pero sí que me puedo permitir decir que no a algunos sitios a los que a lo mejor me costaría más ir por el tema familiar, o por otras circunstancias. 

Y si no llegase una propuesta de un club que le interesase, ¿se plantea la retirada? No, eso está lejos. Si no tuviese una oferta apetecible a nivel profesional, buscaría cualquier opción en Europa que me permitiese seguir jugando al menos este medio año y luego en el mercado de verano buscaría otras opciones. Pero yo confío bastante en todo lo que he hecho en mi carrera y creo que van a salir cosas interesantes.

¿En  su etapa en Qatar fue feliz?  Los primeros seis meses en el Al-Arabi sí, la verdad. Pero después de ese tiempo cambié de club, al Umm Salal, y no sabía que este era un equipo tan pequeño como el que me encontré, por lo que no fui tan feliz como en el anterior.

Mirándolo con perspectiva, y pese a ganar en lo económico, ¿mereció la pena dejar Toronto por las experiencias vividas en Qatar? Sí, yo lo tomo todo como una experiencia positiva en el fútbol. No estoy arrepentido de nada, la verdad. Todo lo que hemos decidido, tanto mi familia como yo, ha sido siempre porque hemos querido una nueva experiencia. Aunque obviamente, pienso que por todo lo que gané en Toronto y por lo que he sido como jugador allí, me hubiese gustado quedarme más tiempo en Canadá. Pero cuando te vas acercando a una edad prefieres nuevas experiencias, un poco más de dinero y vivir, porque total en el fútbol la carrera es muy corta.

En Cruz Azul (México) tuvo unos problemas de rodilla y, tras un tratamiento médico, se le infecta, cosa que le deja varios meses fuera. ¿Ese episodio fue determinante para decir “este no es mi sitio”?  No fue determinante, pero sí que fue un momento en el que no me sentí cómodo por cómo me llegaron a tratar médicamente. Porque en realidad, y lo tengo que decir así, aunque me sabe mal, pero fue culpa de ellos. Hubo una mala inyección que me pusieron en la rodilla y supongo que se infectó por ese producto. Porque a mí nunca se me había inflamado la rodilla. Nos asustamos mucho porque era mi rodilla operada. Entonces decidí hablar con el doctor y el presidente, para que me dejasen volver a Barcelona para que el doctor Cugat interviniese. Y bueno, sí que ese episodio ayudó a tomar la decisión de dejar México.

En su etapa en el Cruz Azul de México.

En su etapa en el Cruz Azul de México. / Archivo

Sobre el hecho de que no existan descensos en el 'soccer' americano y que, por ende, la afición no sea tan exigente en situaciones complicadas, ¿le dio la confianza que quizás le faltó en México para que viésemos su mejor versión? Seguramente sí. Pero quien realmente me dio la confianza fue el club directamente con la base y estructura que tenían hecha. Pasé de un año en México muy malo a llegar a un sitio que era totalmente diferente, en el que todo era mucho más fácil y en el que de repente las cosas salían por sí solas. Porque con el talento y con las ganas que tenía ese grupo, llegaron los resultados y al final eres feliz.