El Barça aprieta por Suárez

Ni los mordiscos de Luis Suárez y su más que probable sanción y descrédito en el Mundial han propiciado que el Barça pierda el hambre por el goleador uruguayo. Más bien todo lo contrario. El club azulgrana ha acelerado más si cabe las negociaciones con el Liverpool, ya de por sí avanzadas, para cerrar lo más pronto posible el fichaje de un delantero extraordinario que sueña con jugar junto a Messi y Neymar en el Camp Nou. «Faltan detalles, pero la sensación es que el fichaje se acabará produciendo», afirman fuentes próximas a las negociaciones.

A ese deseo prioritario del jugador de vestir de azulgrana (el Madrid, también interesado, lo da por perdido) se aferra el Barça a la hora de encarar las negociaciones con el club de Anfield. Es más, con el futbolista apenas ha habido una toma de contacto pero su deseo es tal que, una vez se dé el visto bueno entre entidades, el acuerdo con Suárez se prevé muy rápido. El futbolista renovó el pasado diciembre hasta el 2018 y cobra 12 millones por temporada.

Otro factor que juega a favor del fichaje es que la familia de la esposa del delantero vive en Castelldefels.

El Barça trabaja para que los cerca de 80 millones que pide el Liverpool se rebajen a entre 50 y 60. A ello puede contribuir el interés del club inglés por Alexis, que entraría en la operación aunque tampoco es algo imprescindible. En este sentido, el Barça juega con el hecho de tener sobre la mesa una oferta del Arsenal por el chileno de 40 de millones.

PENDIENTES DE LA FIFA / El tercer mordisco conocido de Suárez a un rival puede haber sido el final del Mundial para el uruguayo. La FIFA le abrió un expediente disciplinario por su mordisco a Chiellini y le dio de plazo hasta las 22.00 horas de ayer para presentar alegaciones, lo que ha movilizado a la Asociación Uruguaya de Fútbol, que asegura que la foto en la que se ve la marca de los dientes en el hombro del defensa italiano está manipulada mediante Photoshop y aportará otra en la que no se aprecia ninguna señal. Su compañero Lugano insistió en que lo mostrado por el italiano fueron «viejas cicatrices». Suárez negó que diera dentellada alguna. «Son cosas del partido. Contacté con su hombro, pero no hubo nada. Todos somos jugadores de fútbol», declaró.

Unas explicaciones con poca pinta de ser tenidas en cuenta por la FIFA, que se remite al artículo 77.b de su código disciplinario para intervenir de oficio e imponer sanciones de forma retroactiva ante «errores obvios» del árbitro o infracciones graves que no hayan sido apreciadas por el equipo arbitral.

La reincidencia del delantero uruguayo del Liverpool, que ya se ha visto envuelto en tres incidentes iguales -mordió a Bakkal, del PSV, en el año 2010, y a Ivanovic, del Chelsea, en el 2013-- obra en su contra.

La primera vez que la FIFA utilizó las imágenes de vídeo para castigar a un jugador no sancionado por el árbitro fue en el Mundial de Estados Unidos-94. Impuso a Tasotti una sanción de siete partidos de suspensión por el codazo que fracturó el tabique nasal de Luis Enrique durante el partido de cuartos de final disputado en Boston.

TRATAMIENTO MÉDICO / La Asociación Británica de Futbolistas Profesionales ha abogado porque Suárez reciba tratamiento médico «para erradicar su lado agresivo». Thomas Fawcett, psicólogo deportivo de la Universidad de Salford (Inglaterra), predijo tras la agresión del uruguayo a Ivanovic que, probablemente, volvería a actuar de la misma manera. Ha tardado apenas 14 meses y Tabárez no quiere ni pensar en las consecuencias. «Creo que hay muchas personas escondidas que están listas para pegar a Luis en cuanto pueden. Es verdad que ha cometido errores, pero siempre intentó cambiar su actitud. En fin, es el blanco perfecto de cierta prensa y punto», declaró el seleccionador uruguayo.