Una defensa maldita

La Real Sociedad celebró ayer algo más que un triunfo. Además de dar un gran paso hacia la salvación, los aficionados más veteranos se marcharon de Anoeta con la satisfacción de otra victoria moral. Los hombres de Martin Lassarte evitaron que el Barça igualara la racha de 32 encuentros sin perder que los txuri-urdin habían cosechado en la temporada 1979-1980.

Ya se sabe que uno nunca puede fiarse del tiempo en San Sebastián. Lo que empezó como una tarde radiante para los azulgranas, con la derrota del Real Madrid y el madrugador tanto de Thiago (su tercero esta temporada y que situaba un nuevo récord de la Liga de goles fuera de casa, 45), acabó convertido en la segunda derrota en Liga del Barça por un par de imprecisiones defensivas.

33ª combinación en la zaga

Guardiola, condicionado por las bajas y pensando en la vuelta de la Champions, alineó de inicio la 33ª zaga distinta esta temporada con los canteranos Fontàs y Montoya en los laterales. «Fontàs ha jugado muy bien, no es fácil para un nano del filial y menos en una posición que no es la suya -defendió el técnico-; las circunstancias obligan, llegamos muy justos, muy precarios y necesitamos el apoyo de la gente que nos eche una mano».

Si Fontàs cumplió en el lateral izquierdo menos suerte tuvo Montoya, que solo aguantó 11 minutos en el campo en su segundo partido como titular. Después de una entrada de Tamudo cayó mal en el suelo y se dislocó el hombro. Tras ser trasladado al hospital, las primeras estimaciones señalaron que podría estar entre tres y seis semanas de baja. Además de perderse lo que queda de Liga, podría quedarse también fuera de la Eurocopa sub-21, clasificatoria para los Juegos Olímpicos de Londres. «Me sabe muy mal por Montoya, que se lesionara prácticamente en la primera acción. Su baja nos ha trastocado un poco los planes», reconoció su entrenador.

Casi una hora después la maldición de los defensas se cebó en Milito. Tras marcar un gol anulado por fuera de juego inexistente, el central argentino sufrió una rotura fibrilar en su pierna izquierda y tuvo que ser sustituido por Busquets. «Es una lástima; Gabi se ha hecho daño y le perderemos algunas semanas. Llegamos muy justos en todos los sentidos pero somos lo que somos y es una auténtica proeza estar aquí». Dos nuevos inquilinos en la enfermería azulgrana, en la que también están los también zagueros Adriano, Maxwell y Adriano.

Deulofeu, en el banquillo

La lesión de Milito provocó, además, que, agotados los cambios, Guardiola no pudiera dar la alternativa al joven Gerard Deulofeu. El talentoso extremo, de solo 17 años, estuvo calentando toda la segunda mitad pero no pudo convertirse en el 18º canterano que debuta con el técnico barcelonista.