Rafa Martínez, el ídolo de Santpedor que trascendió a las canchas

En muchos casos, el tópico se repite cuando algún deportista decide colgar las botas y se destaca su calidad humana, al tiempo que se glosa su carrera. Pero cuando unánimemente todos los jugadores, ya sean compañeros o rivales, instituciones como la ACB, la Federación, la Asociación de Entrenadores, Jugadores y de Arbitros se vuelcan en un homenaje, como sucedió este viernes con Rafa Martínez (Santpedor, 1982) en Barcelona es porque esa persona ha trascendido más allá de las canchas. "Es el tío más querido del baloncesto español", resumió Víctor Claver y puede que sea una valoración no muy alejada de la realidad por la presencia en el acto de referentes como Fernando San Emeterio, Juan Carlos Navarro, Carlos Jiménez o Roman Montañez, de compañeros de esta última etapa en el Baxi como Yankuba Sima y Dani Pérez, del técnico Pedro Martínez y del extrenador manresano Joan Peñarroya y de otros vía telemática como Sergio Llull, Víctor Claver o Andrés Nocioni.

De forma discreta y tranquila, en la línea de toda su carrera, Rafa Martínez se retiró a finales de este pasado mes de mayo, a los 40 años, tras caer con el Baxi Manresa los cuartos de final de la Liga Endesa. Después de la derrota frente al Real Madrid, las 5.000 personas que llenaban el Nou Congost, y los jugadores y entrenadores de Manresa y Madrid le despidieron puestos en pie con una espectacular ovación. Poco después, el escolta catalán anunció a través de una emotiva carta su retirada, al estilo de Kobe Bryant. “En las canchas del patio de la escuela Paidos empezó mi relación con el baloncesto, como pasan muchas cosas importantes de la vida: por azar, por suerte. Gracias baloncesto por regalarme este precioso y único sueño”.

"Deportista de equipo"

"Rafa es el prototipo de deportista de equipo. No es fácil poner siempre el objetivo común por delante cuando se es bueno y determinante", afirmó el presidente de la ACB, Antonio Martín. "Es una persona que se hace querer", le reconoció San Emeterio, haciendo evidente que su figura fuera de la cancha ha estado incluso por encima de sus números deportivos, que resultan deslumbrantes con más de 600 partidos (entre Manresa, Valencia y Bilbao) en sus 19 temporadas en la élite o su condición de cuarto mayor triplista de la ACB (885), lo que da una idea también de su condición de competidor.

Su palmarés ilustra también una gran carrera: una Liga en 2017 y las Eurocup de 2010, 2014 y 2019 que conquistó como jugador de Valencia Basket, equipo donde estuvo once temporadas, después de construir los primeros cinco años de su carrera en Manresa a partir de 1999. Luego un año en Bilbao, en medio de la pandemia, fue el preludio de un regreso a casa, donde ha estado las dos últimas temporadas. 

Abrir otra etapa

"De estos 22 años, me quedo con mi salida de Valencia y mi último día en Manresa, en mi casa. Llevaré siempre en el corazón esos dos momentos por el cariño de la gente. Ahora cierro una etapa y abro otra, que espero que esté llena de retos", valoró Rafa Martínez, acompañado de su familia, su pareja Olatz, sus hijos Paula, nacida en Valencia, y Adur, nacido en Bilbao, y también de algunos de los amigos de la infancia, El 'ejército de la luz', como él los llama a los que agradeció, igual que a su familia haber estado siempre a su lado.

"Aún no lo he asimilado del todo. Sigo recibiendo mensajes y escribiendo y me emociono cada vez que leo alguno y aún me quedan", admitió en el acto, para desvelar que lleva un tiempo pensando en dar el paso. "Hay un momento u otro que tienes que darlo. Estas dos últimas temporadas las recordaré siempre. Me lo he pasado muy bien", admitió después de un año en el que el equipo se clasificó para la Copa, los 'play-offs' de la Liga y la final de la Champions en Bilbao frente al Tenerife. "Pero la familia cada día tira más y me había quedado sin retos a nivel mental", se justifica.

Sin poder evitar emocionarse durante su discurso, Rafa Martínez reconoció que su historia en el baloncesto no podía acabar mejor. "Lo he hecho en Manresa, el pequeño-gran club donde crecí. Le agradezco el sentimiento de pertenencia que he llevado a todos los clubs. No podía tener un mejor final, en casa y haciendo una temporada histórica".