El futuro de los desalojados de unas ruinas de Badalona pende de que la banca les 'perdone' la hipoteca

El futuro, incierto para los vecinos desalojados hace un año del bloque de la calle Granada, depara diversas opciones. O Generalitat o Ayuntamiento de Badalona podrían llegar a un acuerdo con los propietarios para la expropiación no forzosa del inmueble. La administración local se quedaría el solar y los vecinos recibirían una contrapartida económica.

De hecho, aunque se vislumbra difícil dada la situación de vulnerabilidad económica de la mayoría de vecinos, incluso podrían ser los propietarios quienes se quedasen el solar, y después venderlo, o construir un nuevo bloque. 

Antes, sin embargo, hay que atender a la negociación de la condonación del pago de las hipotecas. Los vecinos no quieren seguir pagando la hipoteca de un sitio en el que no viven, y en el que nunca más vivirán; el consistorio, por su parte, se comprometió a mediar con las entidades bancarias: “Estamos trabajando con Ofideute [el servicio de asesoramiento dirigido a las familias con dificultades para mantener la propiedad del domicilio] para encontrar una solución, pero los tiempos de la Administración y de las entidades bancarias son inescrutables”, explican fuentes municipales de Badalona a este diario.

Así, hasta que no haya certezas sobre si los bancos condonan o no las hipotecas, todo está en el aire.

Genaro y Elidia

Desde la calle, el aspecto del edificio un año después del derrumbe no deja lugar a dudas. La grieta en la fachada es tan grande que las palomas anidan a sus anchas en ella. Además, desde noviembre, una valla metálica delimita un espacio de seguridad en caso que se produzcan más desprendimientos, a la vez que impide el paso al inmueble.

Sin embargo, el candado que cerraba la valla no duró demasiado. Hace unas semanas, la pareja del 1º 1ª decidió que pasaría las noches en el hogar del que fueron desalojados y que sigue en ruinas y sin ser derrumbado a día de hoy. Son Elidia y Genaro. Él, con 72 años, se jubiló el pasado diciembre. Cuando el Ayuntamiento otorgó contratos de alquiler social a los vecinos afectados, ellos se quedaron fuera por no cumplir los “requisitos económicos y de propiedad” necesarios para entrar en la Taula d'Emergència habitacional.

El consistorio les ofreció entonces un piso de alquiler de la Oficina Local d’Habitatge de Badalona, pero la pareja lo rechazó. Arguyeron que no podían asumir el pago de los 600 euros de alquiler, sumado a los plazos de la hipoteca pendiente.

“Durmimos en casa de uno de nuestros hijos algunas noches, pero ahí ya son 5 personas, y no cabemos todos”, asegura Genaro. Preguntado por si no teme que pase una desgracia, reconoce que duerme con un ojo abierto: “Claro que tenemos miedo, pero esta es nuestra casa”.

Para minimizar riesgos, pasan el día fuera y solo entran al piso para dormir. En realidad, poco podrían hacer si quisieran pasar todo el día en casa, pues no hay luz ni agua ni gas.

El concejal Torrents asegura que ha hablado con la pareja: “Les hemos dicho que no pueden acceder, que hay riesgo para sus vidas. Desde el Ayuntamiento no podemos otorgarles un piso de la Taula d'Emergència porque no cumplen los criterios. No puedo prevaricar”, confiesa el edil.

Lee todas las noticias de Badalona en EL PERIÓDICO Badalona

Suscríbete para seguir leyendo