entrevista con el actor

Antonio de la Torre: «'Gordos' me ha dejado estrías»

Hace tres años, Azuloscurocasinegro lo convirtió en un actor de referencia del cine español. Para volver a trabajar con el director Daniel Sánchez Arévalo en Gordos tuvo que engordar 30 kilos.

Antonio de la Torre.

Antonio de la Torre.

NANDO SALVÀ
VENECIA

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–¿De qué manera se castigó el cuerpo para hacer Gordos

–A finales de 2007 pesaba 69 kilos, y antes de mayo de 2008 ya había llegado a los 102. En julio bajé a 88 kilos y en octubre me estabilicé en 73. Eso sí, no es que me pusiera por mi cuenta a comer como un loco. El proceso fue controlado por los médicos.

–No debió de ser fácil cargar con todo ese peso extra.

–Andaba de otra manera, me cambió el centro de gravedad. Me costaba horrores respirar y ni me podía atar los cordones de los zapatos. Me sorprendió la pérdida de calidad de vida.

–¿Quién es Enrique, su personaje?

–Construí toda una historia para el personaje: es un hombre muy solo, cuyos padres quizá se separaron cuando era niño y que creció abandonado, infeliz y muy gordo. En el cole se reían de él y lo llamaban marica. Un periodista me paseó por el ambiente gay de Madrid y me prestó parte del equipaje emocional.

–¿De qué son metáfora sus lorzas?

–Una de las grandes dificultades que debemos afrontar es saber pararnos a pensar quiénes somos y qué necesitamos. Nuestra gran asignatura pendiente es la educación sentimental, aprender a aceptarnos y querernos. De eso habla Gordos.

–¿Qué ha cambiado en su relación con Sánchez Arévalo tras su trabajo en Azuloscurocasinegro

–Como actor me fascina el proceso creativo de la búsqueda, y la incertidumbre sobre a dónde me va a llevar esa búsqueda. Esta vez, Daniel me dio mucha libertad para improvisar. Por eso recordaré esta película toda la vida, y no solo por las estrías que me ha dejado.