El acierto de Vila Casas

Antoni Vila Casas es un personaje excepcional. Coleccionista vocacional, a lo largo de toda su vida ha ido reuniendo obras de arte: pinturas, esculturas, acuarelas, dibujos, fotografías..., que con una gran generosidad está repartiendo por el país. En el Palau Solterra, de Torroella de Montgrí, conserva la fotografía; en Can Mario, de Palafrugell, la escultura; ha dedicado los Espais Volart de Barcelona a salas de exposiciones y ahora, también en Barcelona, ha inaugurado el centro más grande, el más espectacular y el más completo por lo que a contenidos se refiere: Can Framis. En pleno distrito del 22@,Vila Casas ha decidido concentrar su colección de pintura catalana posterior a la segunda mitad del siglo XX, de manera que lo que no hallamos en el MNAC, ni en el mismo MACBA, ni en la Miró lo podemos ver, desde el 27 de abril, en Can Framis, y gracias a la iniciativa, a la financiación y al tesón deVila Casas.

Lo que no habían podido o sabido hacer las instituciones, lo que ha enfrentado a museólogos, historiadores y críticos durante largas décadas,Vila Casas y su equipo lo plantearon y lo han realizado sin ayuda oficial alguna. Así, en un espacio extraordinario, formado por dos naves rehabilitadas y una de nueva planta, que totalizan 5.800 m2, podemos ver obras deManolo, Cuixart, Ponç, Tharrats, Llena, Amat, Agustí Puig, Serra de Rivera, Vaquero, Llimós, Arranz Bravo, Bartolozzi, Artigau, Plensa, Pladevall, Juanpere, Santi Moix, Gino Rubert, Goytisolo, Santilari o Lluís Marsans, algunos de los 600 artistas queVila Casasofrece en Barcelona, cubriendo un vacío cultural en la ciudad y explicando lo que nadie explica: la pintura catalana moderna. Eso es saber hacer las cosas.