CRÍTICA DE LIBROS

‘Perder el juicio’ de Ariana Harwicz: la venganza del amor

La autora argentina vuelve a situar en el centro de esta novela de poco más de cien páginas el huracán emocional de un personaje para quien la vida es un torbellino 

Ariana Harwicz: "Todas mis historias surgen del autodesprecio"

Crítica de 'Degenerado' de Ariana Harwicz: alegato final

La autora argentina Ariana Harwicz.

La autora argentina Ariana Harwicz. / FERRAN NADEU

Ricardo Baixeras

Ricardo Baixeras

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Si en 'Degenerado' (2019) el asunto que Ariana Harwicz (Buenos Aires, 1977) quiso narrar fue la voz corrupta de un pedófilo acusado de matar a una pequeña, ahora en 'Perder el juicio' se enfrenta a la asfixiante voz de una mujer que "ha sido condenada a prisión en Francia por el secuestro de sus hijos mellizos, Jonay y Elías Fournier". La escritora argentina vuelve a situar en el centro de esta novela de poco más de cien páginas el huracán emocional de un personaje para quien la vida es un torbellino, una vida que "tarda mucho [...] en volverse real, a veces nunca termina de volverse real".

Y es que un cierto aire de irrealidad pesa en este libro que trata de rediseñar los afectos de unas vidas encarnizadas que saben que "el amor es un estrago doloso" y que una relación a menudo significa "hundir lo más posible al otro" y que "si existe, todo puede existir, toda forma de amor es una violación porque nunca sabemos nada de lo que finalmente quiere el otro". No se trata aquí de dar a luz un texto alegórico o con tintes épicos, sino de delimitar los contornos de una figura femenina alborotada por todos los semas de la palabra 'amor', convertida en el centro poderoso del relato proporcionando al lector una mirada singular y muy cotidiana de las acciones que se pueden llevar a cabo desde una vida debilitada.

El amor es descrito aquí como "cientos de monos agresivos que saquean a los creyentes en la puerta de un templo budista"

Mostrar hasta qué punto la experiencia del amor conyugal materno, paterno o filial puede llegar a convertirse en "una compensación, una venganza", un amor que te puede hacer perder el juicio (el psíquico y el jurídico) y que es descrito aquí como "cientos de monos agresivos que saquean a los creyentes en la puerta de un templo budista". "Cualquier madre a la que le cortan las manos de los hijos o los llevan del otro lado del muro, hubiera hecho esto y más. No digo madre porque no es una prueba de amor. La ley no entiende, los jueces no entienden", añade.

No hemos aprendido

Harwicz ha querido llevar a la escritura su propia experiencia, la de su divorcio en Francia, donde reside, y en el que se leían fragmentos de su obra en su contra. Como si no hubiéramos aprendido de los juicios contra Gustave Flaubert y 'Madame Bovary', contra James Joyce y 'Ulises', como si siguiéramos sin entender que en la literatura no hay moral que atacar ni defender, que la novela es un campo de batalla donde no cabe la estrechez de miras.

La escritora ha querido llevar a la escritura su propia experiencia, la de su divorcio en Francia, país donde reside y en el que se leían fragmentos de su obra en su contra

Aquí el tiempo es otro, claro, y lo insistente que se dibuja es la importancia de comprender un texto en el que se vislumbra una tragedia sin héroes, la dura lucha donde el "amor es un itinerario fatídico, una cara alterada genéticamente. Lo tiré al río por amor. En nombre del amor hizo lo que hizo. La manoseaba porque la amaba demasiado, no le alcanzaba con ser padre, no le alcanzaba con el amor convencional [...]. El amor es la indefensión máxima".

'Perder el juicio' no mantiene en el centro la descripción de los motivos que llevaron a Lisa Trejman, madre, judía y extranjera, a secuestrar a sus hijos, no busca conformar los entresijos de una experiencia límite y hacer del amor una causa sanadora y redentora, sino que comprende mejor, más sutilmente, la voz, el tono y la perspectiva de quien habla poblada por una soledad exigente y dialéctica para acabar diciendo que lo más difícil de contar es lo cotidiano.

'Perder el juicio'

Autora: Ariana Harwicz

Editorial: Anagrama

136 páginas. 17,90 €