Los retos empresariales en el desarrollo de inversiones en sostenibilidad

La sostenibilidad es un reto tangible para todas las empresas a nivel europeo para cumplir con la Agenda 2030 y los objetivos ODS. La concienciación respecto a este cambio es un factor esencial para que las empresas que ya crean en la necesidad de esta apuesta, puedan empezar a trabajar. Sin embargo, las que aún no tienen la convicción de hacerlo, se están encontrando con exigencias legales y normativas que les obligan a seguir el mismo camino. Apostar por la sostenibilidad puede ser una oportunidad en el mercado, aunque para hacerlo, las pequeñas empresas se encuentran con dificultades económicas. 

Para hablar sobre los retos empresariales respecto a la sostenibilidad, EL PERIÓDICO organizó una mesa redonda que contó con la presencia de Lourdes Moreno, responsable de sostenibilidad en el Área de Negocio de Banca de Empresas de CaixaBank; Marta Angerri, Directora de Finançament Europeu i Afers Públics, Sostenibilitat i RSC en Ametller Orígen; Gemma Barbany, CoFounder y CEO de IAIOS y Anna Prado, responsable de Formatges Muntanyola. Todas ellas moderadas por Albert Sáez, director de EL PERIÓDICO. 

Concienciar y sensibilizar

“El reto principal es la concienciación”, iniciaba Moreno. Las empresas se encuentran con diferentes barreras burocráticas que “generan rechazo y debemos enseñarles que ser sostenible también puede ser rentable”. Bien es cierto que muchas de las compañías españolas ya están sensibilizadas con el cambio, pero según Moreno, aún quedan muchas otras a las que les cuesta un poco más. “La RSC ya estaba implementada, pero no siempre de la mejor forma, y ahora la sostenibilidad abarca muchas más cosas”. Ella misma reconoció que el cambio va a ser difícil de conseguir. Por su parte, Angerri, explicó que la concienciación “dependerá del ámbito en el que te muevas y del core business que tengas”. Ametller Orígen siempre ha destacado por ser una empresa vinculada con el medio ambiente: “El cambio climático es una realidad y nacimos hace 22 años poniendo estos elementos sobre la mesa”. 

«La sostenibilidad se tiene que ver como una oportunidad para ser mejores»

Lourdes Moreno

— Responsable de Sostenibilidad en el Área de Negocio de Banca de Empresas de CaixaBank

Angerri también coincidió en que “las trabas normativas” dificultan la apuesta por la sostenibilidad, aunque en Ametller Orígen es el cliente quien otorga la presión de cambio a la empresa. En el mundo de la moda también existen retos importantes por hacer y, Barbany, dejó claro que “la sostenibilidad no debe ser solamente un valor añadido, sino una cuestión higiénica y que sea rentable”. La moda es el segundo sector más contaminante del mundo, aun así, desde IAIOS creen en la sostenibilidad “si es coherente con los valores de empresa”. Prado, como parte de una Fundación, añadió que “desde hace tiempo que dedicamos un gran apartado de sostenibilidad en nuestro Plan Estratégico”. En Formatges Muntanyola llevan años implementando buenas prácticas para ir hacia esa dirección, aunque se encuentran con una dificultad: “No hemos encontrado todavía un sustituto al plástico para nuestros productos”. 

Invertir en sostenibilidad

Los consumidores están cada vez más concienciados respecto al cambio climático y a la sostenibilidad, pero Prado explicó que “la compra todavía está muy condicionada por el precio”. Este es una de las principales barreras con las que se encuentran las empresas que invierten en estos nuevos procesos de producción. El sector bancario, por su parte, ya está apostando por respaldar a los proyectos verdes y transformadores: “Esto es un buen inicio de camino, nos transmite exigencia y nos ayuda a transformarnos”, explicaba Angerri. Las cantidades, argumentó, “son un poco bajas” para todas las inversiones que se deben hacer. Sin embargo, las empresas valoran positivamente estas ayudas. “Sirven tanto en el sentido económico, como en el operativo”, añadía. “Los Fondos Next Generation van a ser transformadores para estas inversiones”. 

«La presión y la exigencia de los consumidores nos ayudan a hacer las cosas mejor»

Marta Angerri

— Directora de Finançament Europeu i Afers Públics, Sostenibilitat i RSC en Ametller Orígen

Para Barbany, “todas las ayudas gubernamentales están fuera de nuestro alcance y requieren un volumen de trabajo y de personal que no tenemos”. Uno de los principales problemas es “el papeleo”. Las pequeñas empresas constituyen más del 90% del tejido empresarial español. “Que solamente el 6% pueda cambiar la forma de hacer las cosas no es suficiente”. Las medianas y grandes empresas, por su parte, sí que han podido aprovechar algunas de las ayudas que han ido llegando desde el sector bancario y desde la administración. “Hicimos los proyectos gracias a la recepción de la financiación pública”, explicaba Prado. “La presión de recibir más ayudas nos sirve de motor de cambio”. 

Exigencias vs. ventajas

A la pregunta sobre si hay diferencias entre el ritmo de exigencias legales y la llegada de ventajas fiscales, Moreno quiso apuntar que “corremos el riesgo de ir demasiado rápido”. Europa ha abanderado la sostenibilidad a nivel de macro empresas, “pero la descompensación es peligrosa”. La mayor preocupación de las cuatro ponentes fue compartida: “Ir rápido con las incertidumbres que existen ahora mismo es un riesgo”. Las PYMES son el soporte económico de nuestro país y es esencial que desde el gobierno se tengan en cuenta los retos a los que se enfrentan. “En CaixaBank tenemos planes de ayuda y de formación para facilitar la comunicación con el cliente”. 

«La apuesta por la sostenibilidad debe ser rentable y factible para todas las empresas»

Gemma Barbany

— CoFounder y CEO de IAIOS

“Hay que acompasar los tempos”, destacaba Angerri. Coincidía en que “la rapidez puede llevar a problemas de competitividad”. Los cambios, según las ponentes, deben ser graduales para que toda la sociedad pueda seguirlos. El sistema bancario está al lado de las empresas para ayudarlas a ver que este cambio puede ser una oportunidad. “La sensibilidad de las nuevas generaciones va a jugar a nuestro favor, pero la obligación de cumplirlo todo el 2030 es una responsabilidad”, argumentaba Moreno. Ella misma explicaba que las grandes compañías van a poder hacerlo, pero “debemos ayudar a todos nuestros clientes a salir adelante”. 

Motores de cambio

Cada vez más empresas y particulares se informan en CaixaBank para invertir en proyectos verdes, “pero nos gustaría que hubiese más demanda”. Actualmente, “ponemos a disposición de los clientes un fondo para animarlos a invertir en ello”, añadía Moreno. Sin embargo, fue optimista porque la tendencia cada vez es mayor y la demanda de fondos con este fin crece. “Casi todas las conversaciones de nuestros gestores con las empresas ya incorporan el tema de la sostenibilidad”. 

Angerri explicó que, en su caso, son los consumidores quienes piden una mayor exigencia en los productos. “Tenemos un público exigente, sobre todo con el packaging y con el origen de los productos”. Esta presión, confirmó, les ayuda a mejorar y a generar cambios para ser más sostenibles. En el sector de la moda, según Barbany, “todo son tendencias”. Los certificados que más se conozcan en cada momento, son los que piden los clientes después. “Es fácil darle a la gente lo que quiere, lo difícil es hacerlo bien”. IAIOS tiene muy claro el concepto de marca y “hay cosas que directamente no vendemos”. Gracias a esa definición clara de negocio, “no tenemos demasiadas exigencias del consumidor”. 

«El consumidor aún responsabiliza a las empresas de ser las que lideren el cambio»

Anna Prado

— Responsable de Formatges Muntanyola

La presión de los consumidores motiva a las empresas a apostar por el cambio. “Nos iría bien que nos exigieran aún más, porque acompañaría los cambios que ya hacemos”, reconocía Prado. “Ahora vemos mucha presión en los productos bio y eco, creo que generan confusión”. Todas ellas reconocieron que, si se trata de una empresa pequeña, entonces el cambio puede ser un esfuerzo económico demasiado grande. 

Próximos retos

El futuro próximo es “optimista” para Moreno, quien cree que sería mejor “acompasar los tiempos para hacer las cosas bien”. Lo definió como “el gran proyecto de cambio de Europa” que debe ir acompañado de exigencias y ventajas. “Los tiempos son justos, no debemos parar, pero quizá ralentizar el paso para que nos sigan todos”. Por su parte, Angerri quiso añadir que Europa se distingue por la apuesta en sostenibilidad, pero “no lo veo tan optimista porque quizá algunos países querrán hacer marcha atrás en los tempos”. Ella misma reconoció que “la parte legislativa es una conquista hecha, pero los tiempos creo que se van a alargar y justo lo que no tenemos es tiempo”. 

Finalmente, Prado quiso hacer una llamada a la equidad entre exigencias y ventajas para que “los que hemos avanzado podemos ser premiados”. Para concluir su intervención, quiso apuntar de nuevo la problemática del precio delante de la sostenibilidad: “Habrá que acompañar a las empresas que inviertan en estos proyectos verdes”.