La atomización
de las ‘telecos’
europeas

Por Sara Ledo

Europa tiene 28 mercados con al menos cuatro operadores cada uno como norma general. Esto se traduce en un mínimo de 112 operadores para unos 750 millones de habitantes, mientras Estados Unidos cuenta los suyos con los dedos de una mano para la mitad de población.

Esta fragmentación, además de una desventaja comparativa entre las dos potencias económicas, ha puesto una enorme presión competitiva en las empresas que las ha llevado a decrecer un 30% en ingresos pese a que la actividad crece, paradoja que no sucede en ningún otro sector. Todo esto sucede en un momento el que deben afrontar una millonaria factura para construir redes que den cabida al tráfico del futuro, protagonizado por el metaverso, el Internet de las Cosas o la Inteligencia Artificial.

España quiere liderar el debate sobre la "necesaria desregulación del sector" de las telecomunicaciones en Europa durante la actual Presidencia española del Consejo de la Unión Europea.

Un poco de historia

El fin de los grupos estatales

A finales de los ochenta, la Comisión Europea impulsó la liberalización de las telecomunicaciones en el sector como contestación a las reformas introducidas en Estados Unidos y Japón. El objetivo era tener cuantos más operadores mejor para conseguir mejores precios para los usuarios. Este proceso culminó en 1998 y el resultado se podría calificar de éxito, con precios más bajos, más usuarios y el despliegue de Internet a lo largo del continente.

Pero el ritmo y la forma de proceder fue desigual por países. Como ejemplo, algunos incluso mantienen a sus respectivos Estados entre su accionariado, como Orange en Francia, Telekom en Italia o Deutsche Telekom en Alemania, mientras que otras no tienen ni rastro de capital público, como España o Reino Unido.

La regulación europea estableció algunas reglas

1

Los operadores con un poder significativo de mercado estarán sujetos a obligaciones regulatorias adicionales

2

Requisito de cumplir con todas las solicitudes de acceso a la red

3

Proporcionar una serie de servicios básicos a los usuarios a precios asequibles, independientemente de su situación geográfica

4

Creación de una autoridad de regulación independiente

Pero a partir de aquí, cada país ha desarrollado su propia política regulatoria y su ritmo particular de despliegue de redes, lo que se traduce en enormes enormes diferencias entre ellos.

Los británicos, los pioneros

El pionero en Europa fue Reino Unido, que incluso se anticipó a la decisión de la Comisión Europea y en 1982 expidió una licencia para que la compañía Mercury Communications opere como segundo operador de telefonía fija en el país, en competencia con el incumbente Bristish Telecom.

La situación en
los principales
mercados europeos

ESPAÑA

El mercado de la hipercompetencia

por Sara Ledo

Telefónica es líder del sector, en clientes e ingresos, por delante de la filial española de la francesa Orange y de la británica Vodafone. MásMóvil es la cuarta operadora en discordia. A ellas se suma un emergente grupo de operadores muy activos de menor tamaño, como DIGI, Lyntia, Adamo y Avatel.

ALEMANIA

La jungla alemana es cosa de tres

por Marina Ferrer

La tarta alemana de la telefonía móvil, con 169 millones de conexiones en un país de 84,4 millones de habitantes, se reparte entre tres grandes operadoras consolidadas y con red propia bastante igualados entre sí en cuanto a cuota de mercado. Son Deutsche Telekom, Vodafone y Telefónica Deutschland (O2).

ITALIA

En fase de transformación

por Irene Savio

En Italia, el mercado de las telecomunicaciones, compuesto por cuatro grandes operadores, se encuentra actualmente en una fase de transformación. En los últimos 11 años, el mercado ha perdido un tercio de su valor inicial en este periodo de tiempo, lo que equivale a 14.000 millones de euros en pérdidas totales.

FRANCIA

4 operadores se reparten el pastel

por Enric Bonet

Francia cuenta con cuatro operadores de internet y telefonía móvil. Pese a esta multiplicación de actores, Orange, heredera de la antigua estatal France Telecom, continúa liderando claramente el mercado, con una cuota del 60%, seguida de lejos por SFR (20%), Bouygues Telecom (13,5%) y Free (6,5%).

30 años después

Sin relación entre ingresos y tráfico

Una década después del fin de los grupos estatales, los consumidores han pasado de hacer llamadas desde el sofá de sus casa (telefonía fija) a utilizar el móvil e Internet (banda ancha) para todo, desde el teletrabajo hasta el streaming. Esto se traduce en un uso mayor de las redes con un volumen de datos que cada vez es más grande, pero que no se acompaña de un ritmo similar de ingresos. Así, si el tráfico de datos creció a un ritmo del 35% anual entre 2011 y 2022 y más del 50% en datos móviles, mientras los ingresos de los operadores disminuyen a un 3% anual con la desaparición de casi un tercio del mercado europeo de ingresos de telecomunicaciones desde 2011.

Está previsto que el tráfico de datos se mantenga al mismo ritmo, por lo que las compañías se enfrentan a inversiones millonarias en nuevas redes como la fibra óptica o el 5G. La próxima generación de servicios digitales como el metaverso podrían multiplicar entre por cinco y por cuarenta en el streaming de vídeos de alta definición. NOTA: El video requiere más ancho de banda que otros contenidos, lo que implica más inversión en capacidad de red.

Según la Asociación Europea de Operadores de Telecomunicaciones (ETNO), las empresas de telecomunicaciones de la UE invirtieron 500.000 de millones de euros, pero la Comisión Europea cifra en 174.000 millones de euros el déficit de inversión hasta 2030. Con la paradoja de que el 60% del tráfico lo generan las plataformas de streaming como Netflix que pagan a precio de particular.

La disminución de la capitalización de las telecos europeas no es mucho más halagüeña: mientras las grandes empresas de telecomunicaciones han creado más de 280.000 millones de euros desde 2010, en Europa se ha destruido aproximadamente el mismo valor.

¿Cambio normativo?

Todas las opciones pasan por Europa

“Las normas de la UE en materia de competencia giran en torno a un enfoque estático que consiste en ofrecer precios bajos a los consumidores, en vez de un planteamiento dinámico que fomente la inversión. La calidad de la banda ancha ha aumentado de forma espectacular, pero los precios minoristas han mantenido su tendencia a la baja”, afirman en un artículo las investigadoras del Real Instituto Elcano, Judith Arnal y Raquel Jorge Ricart.

Las propuestas de las compañías pasan por la consolidación y una contribución justa de las grandes tecnológicas de cara al futuro, aunque Europa es quien tiene la última palabra y sin su beneplácito es imposible volver a poner en marcha un cambio que podría tener un impacto similar al que se hizo hace tres décadas.

Consolidación

Abogan por la consolidación entre operadoras, pero para eso la Comisión Europea debe eliminar su regla de mínimo cuatro operadoras por país. En 2022 se anunciaron dos transacciones. Una en España, la fusión entre MásMóvil y Orange, y otra en Reino Unido, entre Vodafone UK y Hutchinson 3G UK. Los operadores líderes de ambos mercados, Telefónica y BT, respectivamente, se beneficiarían de estas operaciones, según un análisis de ING. Al mismo tiempo estas operaciones “ayudarán a los operadores más pequeños a ganar escala, lo que permite realizar inversiones en redes necesarias para ofrecer productos competitivos”, explica el banco y añade que “dada la pequeña escala de los cuartos operadores más grandes de Italia y Francia” la consolidación en estos mercados ayudaría a “estabilizar los ingresos”, lo que podría ayudar a las inversiones necesarias en nuevas tecnologías

Mismas reglas

Por otra parte, las ‘telecos’ piden una “contribución justa” para que las grandes plataformas paguen por las redes al considerar que se aprovechan de sus inversiones sin asumir los costes que supone el despliegue. Los generadores de contenido argumentan que contribuyen a través de centros de datos, cables submarinos y satélites y creando contenidos, así como pagando por el transporte de los datos a los operadores de telecomunicaciones.

Entre las propuestas se plantea un mecanismo de compensación en forma de fondo especial o mediante un pago directo. Hay algunos países “del norte de Europa” que se decantan por el primero, mientras los del Sur por el segundo. El pago directo beneficia a quien más red tiene desplegada. Al mismo tiempo, los países con participaciones estatales en operadores tendrán la posibilidad de “opinar dos veces” en el debate y aquellos como Irlanda, sede de muchas ‘bis teca’ podrían evitar intervenir.

España podría tener un papel clave dentro de su presidencia europea de la UE

España quiere liderar el debate sobre la "necesaria desregulación del sector" de las telecomunicaciones en Europa durante la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, que arrancó el 1 de julio y se extenderá hasta finales de este año. "Vamos a liderar, en el marco de la Presidencia europea, el debate de la necesaria desregulación del sector porque (...) necesitamos ese sector fuerte (en España y en Europa) para seguir mejorando, liderando y poder tener una buena posición en el mundo, algo que todavía es un reto", afirmo al inicio de esta presidencia la secretaria de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, María González Veracruz.

Un reportaje de El Periódico