En torno a 1947, el hostelero de Valls (Tarragona) Josep Gatell empezó a ofrecer calçots a los huéspedes de su fonda y es entonces cuando sale escrita por primera vez en un menú la palabra 'calçotada'. Hasta entonces, los calçots se habían comido siempre en encuentros familiares en el campo. Hoy en día, muchos los consideran la mejor comida del mundo, y nosotros te explicamos por qué nos gustan tanto.
Dónde comerlos
Cal Ganxo | Carretera de la Font F, 14 (Masmolets) |
Masia del Pla | Carretera C-37, Km 19 (El Pla de Santa Maria) |
El Vinyet | Carretera TP- 2002, km 2,5 (Vila-rodona) |
Ermita de Brugués | Carretera BV-2041, km.4,600 (Barcelona) |
Cal Pupinet | Carrer de Santa Rita, 4 (Castellbisbal) |
Can Cortés | Avinguda de Can Cortés, 36 (Sant Cugat del Vallès) |
Can Cortada | Av. de l'Estatut de Catalunya, s/n (Barcelona) |
Bodega Joan | Calle de Rosselló, 164 (Barcelona) |
Pasa Tapas Barceloneta | Calle del Dr. Aiguader, 6-8 (Barcelona) |
Tres Turons | Ctra. de Torrentbó, 23 (Arenys de Munt) |
Son recomendaciones de los compañeros de Cata Mayor, portal gastronómico de EL PERIÓDICO que también nos hace una 'master class' de...
Dónde comerlos
Cal Ganxo | Carretera de la Font F, 14 (Masmolets) |
Masia del Pla | Carretera C-37, Km 19 (El Pla de Santa Maria) |
El Vinyet | Carretera TP- 2002, km 2,5 (Vila-rodona) |
Ermita de Brugués | Carretera BV-2041, km.4,600 (Barcelona) |
Cal Pupinet | Carrer de Santa Rita, 4 (Castellbisbal) |
Can Cortés | Avinguda de Can Cortés, 36 (Sant Cugat del Vallès) |
Can Cortada | Av. de l'Estatut de Catalunya, s/n (Barcelona) |
Bodega Joan | Calle de Rosselló, 164 (Barcelona) |
Pasa Tapas Barceloneta | Calle del Dr. Aiguader, 6-8 (Barcelona) |
Tres Turons | Ctra. de Torrentbó, 23 (Arenys de Munt) |
Son recomendaciones de los compañeros de Cata Mayor, portal gastronómico de EL PERIÓDICO que también nos hace una 'master class' de...
Cómo comerlos
Comer sin vergüenza
También nos gusta comer calçots porque nos permiten comer sin vergüenza, pringarnos las manos como un niño con témpera negra y hacer muecas imposibles sin que nadie se ría de nosotros, o sin que podamos verlo porque estamos mirando al cielo o nos hemos quedado bizcos intentando envainar la cebolla en el paladar.
Hay quien come calçots y no pierde ni un gramo de estilo, como Úrsula Corberó. Otros, como el récord-calçot-man Adrià Wegrzyh, no están para andarse con florituras.
Después están los cocineros como Ferran Adrià, fino estilista hasta cuando trata con cebollas chamuscadas... o José Andrés, que se tizna tanto con los calçots como delante de los fogones.
Pero a quienes les encantan es a los políticos. De Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida a Adolfo Suárez. De José Montilla a Xavier García Albiol a Alberto Fernández. De todos los colores. Y de todos los tiempos. Para todas las campañas electorales.
Protectores de estómago
Si no te gustan los calçots no hay nada que hacer, pero si te gustan y lo que pasa es que te repiten más que a algunos políticos las fotos anteriores, te mostramos aquí varios protectores naturales que te harán más fácil la digestión y más agradable el banquete:
Bicarbonato de sodio
Una cucharada removida en un vaso de agua te ayudará a tratar la gastritis y el dolor de estómago. Mejor no tomarlo si se tiene la presión arterial alta o se sigue una dieta baja en sodio.
Vinagre de manzana
Tomarlo como medida preventiva. No como aliño ni a toro pasado. Mezcla una cucharada de vinagre orgánico de manzana en un vaso pequeño de agua y tómatelo antes de comer.
Regaliz
Pero el regaliz de campo, el de tronco, no el de color rojo o negro de las tiendas de chucherías. Recubre el estómago de una capa protectora que permite prevenir la acidez.
Manzanilla
Uno gran remedio de la abuela. Más eficaz si hierves un vaso de agua con una cucharada de manzanilla, lo dejas enfriar y lo tomas antes de comer. Aunque también hay quien lo toma para la digestión.
Zumo de aloe vera
Un remedio menos conocido por estos lares. Hay que tomar una cucharada de zumo de aloe disuelta en medio vaso de agua cuando empiecen los síntomas del reflujo.
Un reportaje de El Periódico
Por Andrea Hermida-Carro,
María Jesús Ibáñez
y Rafa Julve