Tamara Falcó abandona definitivamente el nidito de amor que creó con Íñigo Onieva

La hija de Isabel Preysler ha abandonado la casa en la que vivía con su ex pareja. se ve que no hay vuelta atrás.

Tamara Falcó en 'El Hormiguero'
Tamara Falcó en 'El Hormiguero' / Carlos Lopez Alvarez

Parece que no hay vuelta atrás y que la dramática historia de amor de Tamara Falcó e Íñigo Onieva no tendrá una segunda parte. Se suele decir que nunca fueron buenas, así que, mira, mucho mejor. La marquesa de Griñón, que no dudó en refugiarse en casa de su madre, Isabel Preysler, tras el escándalo de las infidelidades protagonizadas por su ya exprometido el pasado septiembre, ha puesto tierra de por medio y no planea regresar a ese piso que una vez fue el nidito de amor de la pareja.

Así se ha podido ver este jueves 8 de diciembre, cuando las cámaras del programa 'Y ahora Sonsoles' han captado cómo varias personas sacaban cosas de la vivienda, además de numerosas cajas que, se supone, contienen las pertenencias de nuestra protagonista. De esa manera, Tamara ha puesto puto final a algo que fue bonito mientras duró (lo hemos podido comprobar en su documental de Netflix). No obstante, hace tres meses fue el empresario quien optó por salir por patas cuando se confirmó lo que había sucedido y, por ende, su separación.

A pesar de que entendemos que a Tamara le habrá dolido mucho dar este paso (o no, porque ya las últimas declaraciones con el tema apuntaban a que no quería saber nada de la existencia del hombre que un día amó), la que fuera ganadora de MasterChef Celebrity comenzará una nueva etapa en un lujoso ático ubicado en pleno centro de Madrid, así que ni tan mal. De hecho, este programa ha asegurado que su nuevo hogar está muy cerca de donde vive Íñigo. Es decir, en Puerta de Hierro.

Tan pronto como el ático de Tamara esté listo para entrar a vivir en él, volverá a abandonar a su mami, que ha sido su gran apoyo durante todo este tiempo junto a su hermana, Ana Boyer. En cualquier caso, la colaboradora de 'El Hormiguero' ahora está requetefeliz y no ha parado de hacer cosas que pueden haberle servido para distraerse. Entre otras, acompañar a su hermano Enrique en Doha o acudir a la boda de una de sus mejores amigas. "No me iba a quedar sentada", señalaba recientemente.

Íñigo, por su parte, ha estado todo este tiempo pidiendo perdón a una Tamara que ya pasa de él y, al parecer, ha tenido gestos que no han pasado en absoluto desapercibidos. Por ejemplo, hace poco subió un selfi en el espejo con una gorra firmada por la marca de su excuñada y Fernando Verdasco. ¿Mucha casualidad?

Síguele la pista

  • Lo último