La mascotita de Tamara Falcó: se llamaba Claudio y le daban leche para comer

La colaboradora de 'El hormiguero' contó que en los años 80 era legal tener un león en casa y allí que estuvo: acabó en el Safari.

Tamara Falcó con un vestido satinado verde de Mango en 'El Hormiguero'
Tamara Falcó con un vestido satinado verde de Mango en 'El Hormiguero' / EL HORMIGUERO

Tenemos que reconocer que las historias de Tamara Falcó cada vez nos gustan más y, por eso, no podemos perdernos su asistencia a 'El Hormiguero' jueves sí y jueves también (de hecho, se nota un montón cuando no aparece por allí, que está todo demasiado tranquilo y serio, oye). Porque es en el plató del programa de Pablo Motos donde suelta esas perlitas con las que nos gusta titular y que, desde luego, no tienen desperdicio.

Partiendo de que la hija de Isabel Preysler está FELIZ y más ahora tras los rumores de su embarazo (ASÍ, en mayúsculas), no nos extraña que tenga ganas de contar historias de esas que te dejan con la boca abierta y te sacan una sonrisa. Una de ellas se refiere al tema animales y, en concreto, a las mascotas. Porque, si pensabas que tener una iguana es demasiado exótico, ¿cómo te quedas si te recordamos que Tamara tuvo un león?

Así, como lo oyes. La marquesa de Griñón ha confesado que en su infancia llegó a tener a un animalito de estas características en su casa. El caso es que el tema ha surgido a raíz de una apreciación de Motos, que ha comentado que le había llamado la atención la noticia de que una pareja había dado en adopción a una cerdita y el nuevo dueño se la había comido. Anda que la actualidad está buena...

El caso es que Tamara ha soltado un "eso nos pasó a nosotros también. ¿Cómo? "A mi hermana le regalaron un pollito precioso que se convirtió en un gallo odioso y nos atacaba. Entonces mi madre decidió dárselo al chófer de mi tío", ha recordado. Hasta ahí bien... aunque se mascaba la tragedia. "Cuando preguntamos por el gallo, el conductor contestó que estaba un poco duro". Vamos, que no perdió un momento en que este le cantara y se lo jaló.

Juan del Val, por su parte, dijo que estaba convencido de que un animal doméstico podía ser un gato o un perro "y ya está". "Todo lo demás se puede comer", ha puntualizado. Entonces, Tamara se ha vuelto a contar una anécdota de libro y ha recordado que en su casa llegó a tener una mascota un poco particular. "Nosotros tuvimos en casa un león. Eran los años 80 y se podía. Cuando venían a traer las verduras, mi hermano Enrique se lo advertía a los repartidores", ha añadido. La virgen santa.

Para terminar la historia, Tamara ha subrayado que el animalito "se llamaba Claudio y le daban leche para comer", pero que como se subía encima de Enrique, su madre estaba aterrorizada por si un día le arañaba "probase la sangre y se lo quisiera comer". Lógico... ¿Y qué pasó con Claudio? Terminó en un safari... Jo.

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