Así era la infancia de Rocío Flores hasta que todo explotó

El documental de Rocío Carrasco, 'Rocío: contar la verdad para seguir viva', nos ha hecho ver otra versión de la relación que esta tiene y tuvo con su hija, Rocío Flores. Aunque ahora lleven casi diez años sin hablarse antes no era así ya que según explicó la hija de Rocío Jurado un día llegó la semilla del mal (las supuestas manipulaciones de Antonio David Flores) y todo empezó a torcerse.

Un informe pericial del 26 de febrero de 2002, en plena guerra entre Rocío Carrasco y Antonio David Flores por la custodia de sus hijos demuestra cómo era Rocío Flores en su infancia. A día de hoy, Ro dice que la convivencia con su madre y Fidel Albiac no era óptima para ella pero en el informe se puede ver todo lo contrario.

En ese momento tanto ella como su hermano David Flores tenían un régimen alterno de visitas en el que pasaban algunos fines de semana con su padre. Más tarde, en 2003, se alcanzaría el acuerdo de custodia compartida y por lo tanto el inicio de una mala relación entre madre e hija. En el informe Rocío Flores se declara como una niña con cualidades positivas y que muestra una gran afectividad hacia su madre. También en otra entrevista con el psicólogo, ella deja claro que no tiene ningún problema tanto con el núcleo familiar materno como con el paterno, le gusta la vida que tiene y los problemas que tienen sus padres entre sí son suyos, no de ella. También define a su madre como una persona con la que se identifica y se preocupa por ella.

El deterioro de la relación entre madre e hija por tanto y como Rocío Carrasco explica en el documental se vería propiciado por la supuesta manipulación por parte de su padre, Antonio David Flores. Tal fue el cambio que incluso a Rocío Flores se la condenó por maltrato a su madre después de aquel fatídico 27 julio de 2012.

La relación entre madre e hija no se ha recuperado a día de hoy parece que costará que todo vuelva a la normalidad... Si es que algún día vuelve.