Kate Middleton y su familia se refugian del resto del mundo tras el anuncio de su enfermedad

Los príncipes de Gales, Kate y Guillermo, y sus tres hijos volaron en helicóptero desde su residencia oficial en Adelaide Cottage a su casa de campo Anmer Hall el pasado sábado, horas después de que la princesa hiciera público su diagnóstico de cáncer y que se está sometiendo a un tratamiento de quimioterapia preventiva.

Se espera que la familia pase allí todas las vacaciones de Pascua y se salte el servicio religioso en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor al que acuden tradicionalmente los miembros de la monarquía británica. Tampoco se sabe si el rey Carlos, que está lidiando con un cáncer de próstata, hará acto de presencia o si dejará una vez más que sea su esposa Camila quien le represente.

Cuando la duquesa de Cambridge hizo público el vídeo sobre su estado de salud, ya se especuló con que había elegido cuidadosamente el momento para hacerlo. En su mensaje, Kate hizo hincapié en la necesidad de tomarse un tiempo para asimilar la noticia que recibió tras someterse a una operación abdominal en enero y explicarle a sus tres hijos lo que estaba ocurriendo de una forma que ellos pudieran comprender. Pero aplazar el comunicado público también respondía a otra razón.

Justo el día que se hizo público comenzaba el período de descanso escolar, y eso ha permitido a la princesa de Gales retirarse durante unos días a su casa de vacaciones en Sandringham para proteger a los niños del revuelo mediático.

Su ausencia en los eventos de la familia real relacionados con las celebraciones de Pascua se hará notar, pero el matrimonio ha agradecido en otro comunicado público las muestras de apoyo que ha recibido después de que la propia Catalina pidiera comprensión y sobre todo privacidad para lidiar con el bache de salud que está atravesando.