No tengo ninguna afiliación política y reconozco haber sufrido desencantos a menudo por las actuaciones de los partidos, pero siempre he rebuscado en los programas electorales algo que me ayudase a depositar mi voto. Hoy me dirijo al PSC, un partido que siempre ha tenido como objetivo ser un partido de gobierno en Catalunya y que se ha definido --creo que todavía lo hace-- como una formación catalanista en beneficio de los ciudadanos. Ahora percibo una renuncia a ambas cosas. La voz propia en el Congreso se ha reducido a un «error» a la hora de votar y a votar en contra de una resolución que pretendía que la Generalitat pudiera consultar a los catalanes sin tener que pedir permiso. ¿Qué valor debemos dar a sus recientes y encendidas afirmaciones en defensa del derecho democrático de la ciudadanía a ser consultada? ¿Debemos interpretar que el PSC, un «partido de gobierno» catalán, renuncia de entrada a esta competencia? ¿No quiere gobernar con todas las competencias posibles? ¿O lo que pasa es que ya ha decidido renunciar a ser él mismo y ha decidido actuar con sumisión a las órdenes del PSOE? PSC, quien te ha visto y quién te ve.
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