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TRANSPORTES PÚBLICOS

Intransigencia del revisor de un tren

Martes, 17 de mayo del 2011 Albert Tolsà Monfort (Barcelona)

Ocurrió el 27 de abril: mi pareja y yo volvíamos del viaje de Semana Santa, teníamos que coger el tren en Sils, concretamente el de las 17.21 horas, e íbamos un poco apurados de tiempo. Llegamos a la estación y no encontramos ni máquinas ni a nadie que nos pudiera vender un billete, por lo que subimos al tren sin billete, con la intención de comprárselo al revisor. Llegó este, y le pedimos que nos cobrara desde Sils a Barcelona. Cuando nos disponíamos a pagar el importe, solo podíamos hacerlo con tarjeta de crédito porque se nos había acabado el efectivo, pero el revisor nos dijo que no podía ser. Este señor --muy grosero, por cierto-- nos tachó prácticamente de criminales. Le expliqué que nos diera una solución, pues mi pareja tenía una entrevista de trabajo y yo tenía que ir a recoger la nueva tarjeta de teléfono o me quedaría sin línea. Él no lo quiso aceptar, y entonces nosotros le planteamos una nueva opción: que nos dejara bajar en una estación, comprar el billete y volver a subir al mismo tren, a lo que se negó y, además, nos amenazó con sancionarnos con 500 euros de multa a cada uno. La siguiente estación era Hostalric, y allí nos hizo bajar del tren de mala manera. Llevábamos dos maletas, pero él nos daba prisa y nos dijo que si tardábamos unos segundos más nos haría pagar el retraso del tren. Resulta que en la estación de Hostalric no hay máquinas para sacar los billetes, ni ventanillas abiertas para comprarlos. Tuvimos que permanecer dos horas hasta que pasó el siguiente tren. Buscamos un cajero automático y sacamos dinero para coger el próximo tren para Barcelona. Todo esto nos supuso unos daños y perjuicios importantes, aparte de la impotencia y la rabia de verse atrapado por las amenazas de un revisor. Redactamos una queja y la enviamos a Renfe, pero dos semanas después aún no habíamos recibido respuesta. Renfe sigue demostrado la precariedad del servicio y la incompetencia de determinado personal. Nunca entenderé el afán de esta compañía por ensuciar aún más su nombre en detrimento de los usuarios.



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