Domingo, 19 de abril del 2015 Manolo Suárez (La Seu d'Urgell)

En toda España solo el Club de Fútbol Europa, el club de mi barrio de Gràcia, tiene un reglamento para castigar la mala educación en el fútbol de las categorías inferiores. Mala educación, sobre todo, de los padres, que desprecian a árbitros y adversarios con insultos despectivos y lanzamiento de objetos. Pero también algunos jugadores tienen conductas antideportivas cuando hacen entradas peligrosas o humillan con gestos de desprecio o burla a los rivales. Yo soy seguidor de muchos deportes y en ninguno pasa lo que en el fútbol, donde los árbitros y ayudantes hacen lo que pueden siempre bajo la intimidación. Hay países que en estas categorías filman a los padres en la grada y otros en los que no hay clasificación de los equipos, porque lo que prima es la educación (aprendizaje, compañerismo, diversión...) Es evidente que se juega para ganar pero sin la obsesión de ganar como principal objetivo. Federaciones y clubes deben adoptar soluciones. Vayan a ver algún partido de fútbol de categorías inferiores y sentirán vergüenza. No pasará lo mismo si van a ver partidos de waterpolo, hockey patines, voleibol, gimnasia, balonmano, atletismo, tenis o rugby. 

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