Lunes, 1 de junio del 2015 Soraya Martínez (Sant Andreu de Llavaneres)

Paseando por las playas del Maresme, concretamente en la zona de Caldes d’Estrac, Sant Vicenç de Montalt y Sant Andreu de Llavaneres, me he dado cuenta de que es extraño ver en la playa alguna persona con problemas de movilidad. El paseo marítimo y los chiringuitos tienen accesos para personas que necesitan silla de ruedas. Pero  ¿por qué no hay accesos para llegar a la arena y al mar? Una persona con problemas de movilidad no puede acceder a la arena ni estar cerca del agua para disfrutar de un día de playa porque no hay ni un solo acceso que llegue hasta el mar. Mi propuesta es simple: poner algunas rampas que vayan desde el paseo hasta el agua, accesibles para personas con problemas de movilidad (que necesiten silla de ruedas o muletas). Esta mañana observaba que algunas personas con dificultades de movilidad se quedaban observando el mar desde el paseo. La pequeña rampa de madera solo llega hasta las duchas. La playa es de todos y todos tenemos derecho a disfrutarla. 

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