• Lunes 19 abril 2021, 12:14 h

elPeriódico.com

Regístrate | Iniciar sesión

EL DRAMA DE LOS REFUGIADOS

Testimonio desde la isla de Kos

Viernes, 4 de septiembre del 2015 Juanjo Sánchez (Barcelona)

Pena, rabia, impotencia... Son algunos de los sentimientos que me han invadido al visitar las proximidades de la comisaría de Kos, junto al árbol de Hipócrates, en Grecia, y asistir a una de las mayores humillaciones del ser humano: las consecuencias del exilio y la búsqueda de refugio en un país extranjero. Las imágenes que he visto aquí son para que nuestras retinas no obvien la cruda realidad de la globalización que nos ha tocado vivir. No sería justo reducirlas a una noticia sensacionalista que pasará y se olvidará. Esto no ha hecho más que empezar, porque el mundo se ha vuelto loco ante tanta guerra y conflictos interesados. Quiero denunciar algo que no deberíamos aceptar como normal e irremediable.  No se trata de políticas, gobiernos, identidades... Son personas que sufren el destierro y esto tiene un nombre: emergencia humana para todos los ciudadanos de este planeta. No es exclusivo de los sirios, afganos, iraquís... Nos incumbe a todos. Reivindico respeto, humanidad, solidaridad, justicia. No hablemos de alambradas ni fronteras, exijamos soluciones de nuestros gobiernos, porque esta situación no hay quien la pare. Es curioso que en la tierra de uno de los padres de la medicina y artífice del juramento hipocrático, el cual yo acepté para el ejercicio de mi profesión, esté siendo testigo de la ayuda y el auxilio de cientos de personas de buena voluntad que dan lo poco que tienen a miles de personas que están sufriendo en sus carnes las consecuencias de la guerra. Aquí he visto a voluntarios civiles anónimos, de Médicos sin Fronteras, la Cruz Roja... Mi pareja y yo les hemos dado ropa y nos han dado las gracias diciendo que toda ayuda es poca; que lo que no hacen los políticos inmorales lo hacen personas solidarias anónimas. Hemos visto aquí escenas muy difíciles de digerir. Y sin embargo, esto no ha afectado en absoluto a mis vacaciones, al contrario, quiero volver a este maravilloso y solidario país que con la crisis que está viviendo ha aceptado ayudar a otros seres humanos en situación más vulnerable aún. Solo espero contribuir con mi grano de arena a despertar algunas conciencias.



Si quiere debatir sobre este tema, escríbanos aquí

EL PERIÓDICO publica opiniones, réplicas y sugerencias de interés general, respetuosas hacia las personas e instituciones. Las cartas enviadas podrán ser extractadas. Aun así, resulta imposible publicarlas todas. Para publicarlas, EL PERIÓDICO se reserva la posibilidad de pedir datos adicionales como DNI, domicilio y teléfono con el fin de contrastar su contenido y la identidad del autor. No se mantendrá correspondencia por correo electrónico ni se atenderán visitas o llamadas telefónicas sobre cartas o comentarios no publicados en cualquiera de los soportes de EL PERIÓDICO.
QUEJAS: Los lectores pueden expresar sus quejas al diario o bien al Consell de la Informació de Catalunya (CIC). Al CIC solo cuando consideren que se han vulnerado los principios recogidos en el Código Deontológico, por el tratamiento que dan los medios informativos sobre los diferentes temas. Pueden dirigirse al Consell de la Informació de Catalunya llamando al 93 317 19 20.