Viernes, 25 de julio del 2014 Rafael Soriano (Mataró)

Las posiciones a favor o en contra de la celebración del referendo del 9-N se pueden resumir en dos: los que creen que los catalanes tienen derecho a ser preguntados sobre Catalunya y los que creen que las cuestiones que afectan a la ordenación del Estado deben ser decididas por  todos los españoles. ¿Cómo conciliar ambas posiciones? Ahora que Mas acepta que el referendo tendría un carácter consultivo y no vinculante y que el PSOE y restantes partidos de izquierda abogan por una reforma federal de la constitución, no sería de extrañar que en la próxima legislatura viéramos una mayoría de izquierdas en el parlamento español que propusiese una consulta no vinculante en toda España sobre el modelo de Estado con tres supuestos: modelo autonómico actual, modelo federal y modelo confederal con capacidad de autodeterminación. De esta manera está claro que el modelo confederal no saldría elegido en el global del Estado pero se sabría el que escogerían los catalanes. Es una solución que podría aunar a una mayoría tanto en Catalunya como en España que desencalle el embrollo.

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