Lunes, 15 de abril del 2013 Teodor Delgado (Barcelona)

Me ha sorprendido que la señora Cospedal utilice contra la democracia los mismos argumentos que Platón; probablemente sin saberlo, hecho que le honra y la sitúa a su mismo nivel porque Platón no era contemporáneo de Albert Speer ni de Hitler, pero sí se quejaba de unos «abejorros zumbones» que no le dejaban hablar y le hacían burlas. La realidad es que Hitler ganó unas elecciones y persiguió a judíos, comunistas y opositores con la ley en una mano y la cachiporra en la otra. Eran unas leyes malas, que no mal hechas, sin ética y sin respeto a los derechos humanos, así que los nazis hicieron muchas cosas, pero escrache no. Los judíos y comunistas eran perseguidos tan legalmente que, al final, se juzgó a los propios jueces y a los jerarcas nazis por haber vulnerado los derechos humanos y dictado y ejecutado leyes perversas, con fines más perversos. Los nazis no hacían escrache, enviaban pelotones a hacer su trabajo. Por ejemplo, a desahuciar judíos para hacer la remodelación de Berlín que les permitiera edificar la ciudad de Germania diseñada por Speer. No soy judío, pero creo que estos siempre han lamentado no oponerse lo suficiente a las leyes nazis... Aunque creo que no hubiera servido de mucho hacerle un escrache a Goebbels, porque hubieran respondido con la represión y el fusilamiento. Por eso, señora Cospedal, le pregunto: ¿Los judíos serían nazis por intentar violentar el voto representativo de Hitler? Si hubiera que establecer un símil entre Hitler y Cospedal, ¿Hitler y ella serían judíos, y los judíos y los de la ILP, nazis?

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