Lunes, 2 de marzo del 2015 Montse Gimeno (Castelldefels)

Vivo en el barrio del Baixador de Castelldefels. Desde hace unos días, debido a las obras del tercer tramo del nuevo paseo marítimo, las cabezas pensantes del ayuntamiento –no se si intervino alguien más en esta sabia decisión– han suprimido, que yo sepa, tres paradas de autobús, de las líneas L-94, L-95 y L-96, en dirección a Barcelona. No todos los que vivimos aquí tenemos coche, y mucha gente usa el autobús porque el tren no le va bien, tenemos gente mayor con poca movilidad, hay que desplazarse al CAP de Can Bou... No se han molestado ni en poner una ruta alternativa a estos autobuses, habiendo calles adyacentes con muy poco tráfico, como el paseo del Timó o el de Marina. No tienen en cuenta para nada a los vecinos y contribuyentes, si no es para pagar. Les recuerdo que están para dar soluciones, no problemas. También les recuerdo que pagamos un impuesto de la Entitat Metropolitana del Transport cada año. Y que entre todos los vecinos pagamos las obras del paseo marítimo, que nos costaron un dineral. Eso sí, se gastan nuestro dinero en cartas de bienvenida a los que nos empadronamos hace poco, dándonos una fiesta en el ayuntamiento, e invitándonos a gozar de los servicios de Castelldefels. ¿Gozar? ¿De qué? 

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