Sábado, 30 de mayo del 2015 Esther Rodríguez (Fundadora de The Embracing Project. Las Vegas)

En el 'Dominical' (24 de mayo) Ana Belén pregunta a Víctor Manuel: "¿Adónde te gustaría viajar?". Y él responde: "A Las Vegas, a un sitio sin personalidad". En esta ciudad hay de todo, bueno y malo, pero si algo tenemos es personalidad. Soy española y en el 2001 me vine a vivir a Las Vegas... por amor. He fundado la oenegé The Embracing Project, a través de la que puedo ayudar a niños y jóvenes atrapados en las redes del tráfico sexual y de la violencia pandillera, además de participar en el cambio y la creación de leyes para mejorar su situación. No he leído la totalidad del articulo y por qué Víctor piensa que Las Vegas es una ciudad "sin personalidad", pero quizá mucha gente piense como él, y quisiera de una vez por todas destruir ese mito. Las Vegas es una ciudad de unos dos millones de personas y que recibe más de 40 millones de visitantes al año. La mayoría viene con ese mismo concepto, una ciudad «sin personalidad» donde todo está permitido... ¿Será que una ciudad sin personalidad es algo así como una ciudad sin personas? Pues estáis equivocados, En Las Vegas vive gente extraordinaria, y también se sufre y se ayuda a los demás. El año pasado mi organización ayudó a casi 200 niñas explotadas sexualmente y compradas por bárbaros que quizá piensen que Las Vegas es una ciudad sin personas... o sin personalidad. Algunas con tan solo 11 años, vendidas como trozos de carne, golpeadas, violadas y despojadas de su dignidad. Muchas tardan años en sanar y sentirse como seres humanos otra vez. Y nunca recuperan su infancia, siempre son niñas rotas, desgarradas por gente que quizá piense que en Las Vegas todo está permitido. Quizá tampoco sepáis que en el estado de Nevada, al que Las Vegas pertenece, es legal la cadena perpetua para menores, es decir enviar niños a la cárcel hasta que mueran de viejos. Pero gracias a personas con personalidad hemos logrado cambios legales que mejoran la vida y los derechos humanos de los niños. Os invito a visitar Las Vegas, permitidme ser vuestra guía, enseñaros dónde viven las personas que al fin y al cabo damos personalidad a esta ciudad del pecado. Dejadme que os muestre la otra cara de Las Vegas. 

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