Martes, 30 de julio del 2013 Glòria López (Cubelles)

Para el Ayuntamiento de Cubelles, una parte importante de los ciudadanos no nos merecemos nada. El paseo Marítimo de esta población, hasta hace poco un pequeño paraíso familiar, se ha convertido (sorpresa: bajo el gobierno de una alcaldesa de ICV, partido ecologista y de izquierdas del que me declaro votante) en una exportación del modelo turístico de Lloret. La última moda: música en vivo en bares situados en bajos de edificios de viviendas. Uno de esos bares ha animado la noche durante cuatro semanas sin tener permiso. ¿Y ha recibido algún correctivo por parte del Ayuntamiento? No. Se les ha dicho que pidieran la licencia con la tranquilidad de que se les concedería sin problemas. La concejala de Promoció turística nos comentó que, obviamente, se espera que las normas se cumplan, pero que no disponen de inspectores nocturnos ni tiene autoridad para pedir a la policía que esté al tanto. Resultado: esa noche, tras la entrevista con la concejala, tuvimos que llamar a la policía porque dicho bar seguía destrozándonos los oídos pasadas las 23.00 horas, hora en que debía haber acabado el espectáculo. Y, en contra de lo que dice la concejala, los agentes nos comentaron que los bares lo tenían todo en regla. Conclusión: tendremos que estar reloj y medidor de decibelios en mano porque el Ayuntamiento no piensa hacerlo, y confiar en que la policía nos haga caso si tenemos que pedirles que actúen. Mientras tanto, las vacaciones en el aire y una sensación de impotencia aterradora. Para el Ayuntamiento de Cubelles, los ciudadanos nos merecemos música de pachanga, cervezas a cubos y a bajo precio y la degradación de un modelo de turismo que ha funcionado en los últimos 30 años y que debería haber sido el orgullo del Ayuntamiento.

Si quiere debatir sobre este tema, escríbanos aquí

Compartir: