El Gobierno de España tiene una mala costumbre: se autoconvence de que conseguirá todo lo que se propone y tiende a comunicarlo internacionalmente enseguida, ignorando las posibles consecuencias. Y lo más impresionante es que siempre tiende a seguir este ritual: al principio nos echamos flores, después sufrimos. ZP no quiso admitir que se acercaba una gran crisis económica; más recientemente se produjo la sofocante actuación de Ana Botella con la candidatura olímpica de Madrid. Se generó tal optimismo y confianza que la desilusión posterior fue mayor, por no hablar de su discurso en inglés. Así pues, dejemos de anticiparnos, analicemos primero y encontremos la piedra con la que siempre tropezamos. Seamos más japoneses: exageremos y tomemos las máximas medidas de precaución y evitemos poner en riesgo la seguridad y la dignidad de la población española.
Si quiere debatir sobre este tema, escríbanos aquí
Envía una carta del lector, opina sobre la actualidad y haznos llegar testimonios, denuncias y sugerencias para publicar en la edición impresa y en la web.
MOVILIDAD - Alessandro Malfatti (Barcelona)
SERVEIS - Enric Alfonso (Salou)
BARCELONA - José María Mateo (Santa Coloma)
ACTUALIDAD - Pablo Fuentes (Valladolid)
POLÍTICA - Antoni Tort (Barcelona)