Como ya ocurriera hace unos años, sospechamos que el Ayuntamiento de Barcelona ha disminuido el número de servicios de taxis puerta a puerta del que disponemos las personas con diversidad funcional, dado que cuando pides uno te dicen que los servicios están completos y que te dejan en lista de espera, pero, curiosamente, si preguntas por esa lista de espera que hay delante de tu petición, la respuesta es que no se sabe. Creemos que no es que no haya suficientes taxis para cubrir los servicios, sino que solo dan un número determinado de servicios al día. Hecho que puede tratar de excusarse con que hay un transporte público accesible, pero sin pensar que muchas personas con diversidad funcional necesitamos de terceros para hacer uso de este servicio, y vemos aumentada así nuestra dependencia. En cambio, la potenciación del servicio puerta a puerta ofrece una mayor autonomía a las personas con movilidad reducida que no podemos acceder a un transporte público ordinario sin ayuda. Por lo que pensamos que, una vez más, aprovechando el agosto se está mermando un servicio que mejora la calidad de vida y hace hincapié en el lema de una Barcelona para todo el mundo.
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