Domingo, 29 de marzo del 2015 Núria Ferré (Barcelona)

Hay mujeres que aprovechan que van a salir en TV-3 para maquillarse y ponerse guapas y estupendas para todo el día. La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, la que más. Esto es lo que me han contestado  los profesionales del maquillaje cuando he preguntado por qué, desde el pasado lunes, a los colaboradores del programa Divendres ya no nos maquillan. O sea: que por culpa de sus abusos, ahora pago yo.
Se trata de una injusticia que no me creo y que se basa en el prejuicio, muy extendido, de que en la televisión a las mujeres nos maquillan y nos ponen guapas porque somos así de presumidas. De la misma forma, tampoco creo que haga falta una sesión de dos horas de maquillaje y peluquería para intervenir en una tertulia televisiva.
Me preocupa, como periodista, dar la imagen adecuada y profesional en el medio público donde hago mis apariciones los lunes a la hora de la sobremesa desde hace cuatro temporadas. Por la misma razón, no considero que sea necesario vestirme como si acudiera a la entrega de los premios Gaudí. 
Mi imagen es mi responsabilidad, pero es evidente que también interesa a los responsables del programa. Como mínimo, hablaríamos de responsabilidad compartida. Que ya no maquillen a los colaboradores que aparecen en TV-3 es el reflejo del clima de conflicto laboral que se vive en esa casa desde hace mucho tiempo, y que en este asunto pagamos justos por pecadores.

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