Ciutat morta es un impresionante documental que destapa las cloacas del poder. Dos policías municipales son la base fundamental para acusar a unas personas que por su aspecto, procedencia o tendencia sexual ya debían ser culpables. Dos policías que están retiraditos con una pensión cercana a los 1.800 euros porque, oh, mala suerte, volvieron a torturar a un negrito que era hijo de un diplomático. Si llega a ser uno de los que venden en el top manta, seguro que seguirían ejerciendo su profesión a su manera. Gracias a la revista Café amb llet y a la tildada de prensa antisistema, porque los demás medios no se hicieron eco mientras la cinta se pasaba en un cine semiabandonado, tras haber recibido reconocimientos internacionales. Y gracias a sus directores, que lograron que lo siguieran en Canal 33 unos 569.000 espectadores.
Pero sigo preocupado, porque la jueza sigue ejerciendo a pesar de sus prejuicios, la Fiscalía no ve nada nuevo en el documental, y la única esperanza resurgida no es precisamente en la justicia, sino una tal Esperanza Aguirre. En su caso, parece ser que la versión policial no corrobora los hechos: darse a la fuga, tirar la moto policial y no detenerse ante la orden de los agentes resulta que no es suficiente para ser ni delito ni falta. Y ahora Bárcenas sale de prisión tras dejar calderilla. Y a ver cuando nos deleita con su próxima peineta, que seguro que hace extensible a todos los españoles.
Si quiere debatir sobre este tema, escríbanos aquí
Envía una carta del lector, opina sobre la actualidad y haznos llegar testimonios, denuncias y sugerencias para publicar en la edición impresa y en la web.
MOVILIDAD - Alessandro Malfatti (Barcelona)
SERVEIS - Enric Alfonso (Salou)
BARCELONA - José María Mateo (Santa Coloma)
ACTUALIDAD - Pablo Fuentes (Valladolid)
POLÍTICA - Antoni Tort (Barcelona)