Sábado, 16 de agosto del 2014 Ramon Masagué (Barcelona)

Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, mientras que la violencia de todo tipo se practica a plena luz del día. Pintar un grafito es un delito, en cambio matar a un toro es un arte; parece que quieran recordar la Inquisición o el sacrificio de los animales en los altares. Se valora más la forma de vestir que la de pensar y la belleza interna no se aprecia. La pizza llega antes que la policía, ya que los repartidores en moto se saltan las leyes de tráfico. Los animales son mejores amigos que las personas y nos dan lecciones de humanidad, de fidelidad, sin esperar nada a cambio. No se intenta solucionar los problemas, aprendemos a convivir con ellos y los agravamos. Los rumores son creados por los envidiosos, aireados por los chismosos y creídos por unos idiotas engañados. Por eso cuando se descubrió que la información era negocio, la verdad dejó de ser importante.Necesitamos un Gobierno que luche contra la pobreza, no contra los pobres;  así se llenan los bolsillos los políticos. El ejemplo son las cinco claves del gran golpe de la banca: 1) Hinchan los precios de las viviendas y tasan al alza. 2) Conceden hipotecas para pagar estos precios hinchados y la burbuja no para de crecer. 3) Estalla la burbuja y la gente se ve con pisos que valen la mitad de su hipoteca. 4) El banco vuelve a tasar pero ahora a la baja, quedándose con las casas de los morosos y las de los avaladores. Y 5) Los bancos poseen ahora el doble de propiedades inmobiliarias y encima el Gobierno los sanea con fondos públicos. Eso es un negocio, lo demás son tonterías.

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