Señor Enric Ticó, presidente de FGC: no todo el mundo está tan contento como usted con las tres nuevas estaciones en Terrassa. Me consta que la ONCE ya les dijo que poner losetas junto a las baldosas-guía, con rayas verticales, que deberían servir para que los invidentes y los deficientes visuales las pudiéramos seguir con seguridad, no era la opción adecuada. TMB tiene solucionado este asunto en la estación de Can Vidalet en Esplugues de una forma magnífica, y el resto de estaciones que conozco también. Los laterales a ambos lados del azulejo-guía son lisos, que es el único que permite seguir la guía con seguridad y autonomía. Ustedes no porque su imagen corporativa no se lo permite. Su respuesta fue que todas las estaciones las hacen exactas. Sí: exactamente mal. No ayudan a la integración de las personas con problemática visual. El estrés que genera moverse por un andén en el que no se distingue la guía para el bastón se debe vivir para saber lo que es. Nos estamos jugando la vida. Dice usted que son estaciones muy bonitas. Seguramente, pero para quien no las puede ver no es suficiente. Deben ser accesibles. Otro día hablamos de las máquinas de billetes, que suerte tenemos de la amabilidad de los trabajadores (cuando los encuentras).
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