Viernes, 19 de septiembre del 2014 Antonio Fàbregas (Barcelona)

Señor José Ignacio Wert, ministro de Educación: la imposición de la lengua castellana en nuestras escuelas que usted impulsa me recuerda las que teníamos los estudiantes de bachillerato de los años 40. Se las recuerdo como idea a aplicar en su próxima modificación legal para mejorar la españolización del alumnado catalán. El plan del bachillerato era el del 1938 y constaba de siete cursos más  una reválida (llamada entonces Examen de Estado). Los cursos eran de siete asignaturas, necesitando un mínimo de 5 puntos de media para pasar al curso siguiente. El entonces ministro de Educación, antecesor del señor Wert, ideó una asignatura adicional que debías aprobar para pasar de curso. Se llamada Formación del Espíritu Nacional (?) y constaba de tres materias: Educación Física, Política y Premilitar. Si te afiliabas al Frente de Juventudes, de forma automática tenías un 10 en la asignatura. Por tanto, ¡todos nos afiliamos al frente de juventudes! Algo parecido sucedía con la asignatura de Religión: si comulgabas en la misa diaria y obligatoria, otro 10 automático en la materia. Así, comulgábamos todos. Los 20 puntos asegurados nos compensaban las bajas notas de Física, Griego, Latín, etcétera. ¿Qué le parece, señor Wert,  puede extraer alguna idea a aplicar para continuar su guerra abierta contra el alumnado catalán?. Por cierto, al terminar el bachillerato, la inmensa mayoría no nos hemos acercado a una iglesia más que para asistir a bodas bautizos, Y del carnet del Frente de Juventudes, nunca más se supo.

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