Pues, tal día como hoy, dedicado a elogiar a todas las madres de la tierra y del cielo, toca darme cuenta. Darme cuenta de que los felices segundos riéndonos juntas a carcajadas no son segundos eternos, que tu sonrisa no es perecedera y que tus ganas de vivir merecen darse cuenta. Darse cuenta de todos nuestros momentos, mágicos, a tu lado, viviendo de recuerdos que nos mantienen unidas y que no hay olvido que demacre el silencio. Darme cuenta del dolor recóndito de mis entrañas cuando no estás a mi lado y respirar profundamente y calmada al son de la música, sabiendo que lo aprendido contigo ya queda forjado en mi corazón para luchar contra el dolor ajeno que nos acecha, a traición. Darme cuenta de que estás aquí, viva o en silencio, a mi lado. Darme cuenta de que el juego de buenos sentimientos y el plácido sueño arrebata de cuajo las agrias raíces y sabe que darse cuenta es nuestra mejor lección para seguir el camino de nuestras arduas andanzas, logros y felicidad. Darme cuenta de que contigo o sin ti, amo la vida, sabiendo que reconocí darme cuenta de tu cariño, tu sacrificio, amor incondicional al prójimo, tu entrega, tu valor, tu gran corazón. Feliz día de la madre y en especial a la mía, Mª Ángeles Barris Oms.
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