Martes, 14 de mayo del 2013 Mari Carmen Gallego (L'Hospitalet de Llobregat)

Los recortes en dependencia no afectan únicamente a menores. Mi marido padece una leucodistrofia metacromática, una enfermedad de baja incidencia pero que provoca una gran discapacidadad y, por tanto, una gran dependencia a quien la sufre. La esperanza de vida en estos casos es muy baja, de manera que no existen muchos adultos diagnosticados de este tipo de leucodistrofia. No recibimos --ni ahora ni antes-- ningún tipo de ayuda por parte de la administración. Mi marido, Ignasi, tiene 40 años, y necesita ayuda para vestirse, para comer, para ir a rehabilitación, para mantener el máximo de tiempo posible sus capacidades cognitivas, para ir a natación e incluso para realizarse la higiene mínima de cada mañana. Actualmente también requiere de complementos alimenticios como espesantes para poder beber agua, debido a la disfagia que provoca su enfermedad, unos espesantes que en Catalunya no cubre la Seguridad Social.

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