Viernes, 19 de diciembre del 2014 Carmen García (Rubí)

Es ampliamente conocida la historia del Titanic, un viaje lleno de lujo y buenos propósitos, y su trágico desenlace tras chocar con un iceberg. El PP también parece que acabará su viaje, iniciado con grandes propósitos, en el fondo del mar político, arrastrando con él a miles de personas a una gran falta de dignidad y derechos. A este buque lo están hendiendo más de un iceberg por fuera y su propia tripulación desde dentro. Un iceberg llamado Catalunya, otro llamado PSOE –que entorpece el paso– y un pedazo de hielo, Podemos, surgido de la nada, pero que debajo de la superficie se intuye que esconde masa. Mientras, algunos alcaldes, tesoreros y demás cargos, además de seguir tocando mientras el buque se hunde, porque no dimiten, desvalijan lo que pueden y ayudan al caos colectivo. Habrá que cambiar de naviera o no saldremos a flote.

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