Lunes, 16 de marzo del 2015 María Jesús Bermúdez (Cunit)

Circulo por la Costas de Garraf (Barcelona) diariamente y no deja de sorprenderme la cantidad de ciclistas que arriesgan sus vidas  utilizando esta carretera tan peligrosa, sin arcenes en la mayoría de sus tramos, para practicar este deporte.Se trata de tramos con durísimas subidas en los que la presencia de ciclistas provocan unas caravanas kilométricas, con la correspondiente irritación de los conductores, que se ven obligados a ir a 20 km/h durante una gran parte del trayecto. Algunos ciclistas son prudentes, pero otros parecen los dueños de la carretera,  circulando en pelotón o invadiendo el medio del carril e impidiendo el adelantamiento.  Dado el volumen tan intenso de tráfico que no ha parado de aumentar en los últimos años y teniendo en cuenta que la única alternativa a esta carretera es una autopista de pago muy cara (6,55 euros  por tan solo unos pocos kilómetros) cada día se vuelve más peligroso circular por la carreteras, tanto para los ciclistas como para los conductores.  

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